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La Real Federación Española de Caza (RFEC) ha asegurado que el Gobierno y algunas comunidades autónomas "abandonan al mundo rural frente al lobo" después de que la Comisión de Patrimonio Natural y Biodiversidad haya apoyado la inclusión de este animal en el Listado de Especies de Protección Especial (Lespre).

La resolución adoptada, que abre el camino para la prohibición de su caza, se decidió tras una segunda votación que ha decidido el voto de calidad del representante del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

Los cazadores han incidido en que las comunidades autónomas que "no cuentan con ningún ejemplar" en sus territorios "han tenido el mismo peso" que aquellas que "viven cada día el conflicto que supone la coexistencia del lobo y la ganadería", según ha indicado en un comunicado.

"Los votos favorables han sido emitidos en su totalidad" por esas regiones que "desconocen totalmente" el "problema que sufren cada día los ganaderos".

Según la federación, esos votos "sólo pueden achacarse a posicionamientos políticos y a presiones ecologistas".

Además, supone "un nuevo abandono del Gobierno" al mundo rural y "se contrapone a una realidad que indica que allí donde se gestiona el lobo, su población se recupera, mientras que donde se protege estrictamente, disminuye, como es el caso de Portugal".

Por otro lado, en la comisión se ha votado también sobre la inclusión de la tórtola en el catálogo de especies vulnerables, votación que ha quedado en empate, "pese a las presiones que ha habido durante los últimos días a las comunidades autónomas para que apoyasen la protección" de esta especie.

España ha adoptado durante los últimos años "estrictas medidas" para la recuperación de la tórtola, "impulsadas principalmente por el sector cinegético".

La federación ha añadido que "ninguna de estas decisiones es vinculante y ahora será el Ministerio para la Transición Ecológica el que tendrá que decidir el futuro de ambas especies".

A juicio de la RFEC, este Ministerio "no esconde su acercamiento continuo a posiciones de ecologistas radicales" cuyo "único objetivo" es prohibir la caza de "todas las especies", demostrando, "una vez más, su completa lejanía a una realidad rural que apuesta por la gestión cinegética sostenible".