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La Feria Internacional de Maquinaria Agrícola (FIMA) se prepara para ser del 26 al 30 de abril un punto de encuentro de un sector que, como indica el director de la muestra, Javier Camo, necesita volver a “palpar, ver y sentir” los nuevos productos, en unos momentos de “circunstancias excepcionales” debido a las consecuencias de la pandemia y el conflicto entre Rusia y Ucrania.

Desde su nacimiento en 1964, más de 11.300 marcas han presentado sus novedades y más de 4 millones de profesionales (237.000 la pasada edición) procedentes de 112 países han pasado por esta exposición bienal de Feria de Zaragoza, "referencia en el Arco Sur y en el Mediterráneo, siendo la más importante en equipos para cultivos de alto valor”, como indica Camo en una entrevista con Efe.

Pregunta: Desde febrero de 2020, la última edición de FIMA, no se ha celebrado ninguna gran concentración del sector agrícola en nuestro país, ¿cómo afrontan este desafío desde Feria de Zaragoza?

Respuesta: Así es, de la magnitud de FIMA no había habido ningún gran evento. Así que esta edición la estamos afrontando con mucha ilusión y con muchas ganas.

FIMA es un punto de encuentro de negocio y de reunión para el sector agrícola. ¿Qué ocurre? Que todo esto tiene lugar en unas circunstancias excepcionales y únicas en la historia de la sociedad en general y en la historia de FIMA. Una pandemia que nos acompaña durante dos años y, en los últimos días, un conflicto bélico que está mermando por un lado las disponibilidades de materias primas y encareciendo los costes de producción y, por otro lado, incrementando el precio de la energía y de los carburantes.

Estas circunstancias excepcionales hacen que tenga su objetivo claro: trabajar y ser útil para el sector.

P.- ¿Necesitaba el sector agrícola un acontecimiento de reencuentro así?

R.- Efectivamente, lo que necesita ahora el sector es poder palpar, ver y sentir los nuevos productos que van a estar en abril en nuestras instalaciones, las soluciones y desarrollos en materia de maquinaria y sobre todo en digitalización. Por esto, FIMA es una cita ineludible a la que ningún profesional puede faltar.

P.- ¿Cómo se traduce esto para la ciudad?

R.- FIMA aporta mucho valor añadido en el entorno: en restauración, hostelería, transporte, servicios… Pero no solo por el volumen de visitantes que atrae, sino por todo lo que le rodea: necesita varias semanas de montaje y vienen montadores de muchas partes, tanto de España como de Europa, decoración, catering, servicios de azafatas y azafatos, etcétera. No olvidemos que el turismo de negocio ligado a FIMA llega a triplicar la inversión que deja el turismo habitual.

P.- ¿De dónde proceden los principales expositores?

R.- Muchos son de la península ibérica y también hay de los continentes americano, africano y asiático (…). En Europa tenemos mucha representatividad de Francia, Italia, Alemania y de los países con más presencia agrícola y de fabricación de maquinaria.

P.- La feria es un elemento vertebrador que ofrece visibilidad a todo el sector agrícola, ¿qué tipos de expositores podremos encontrar?

R.- Engloba toda la agricultura en su conjunto, por lo que el profesional podrá encontrar equipos, maquinaria, desarrollos y nuevas herramientas de digitalización. Todo ello, en diferentes sectores: abono, fitosanitarios y protección de cultivos; componentes y accesorios; laboreo y siembra; recolección y poscosecha o riego y energía. Habrá tractores, habrá transporte, habrá manejo y almacenamiento de materias primas; y no podemos olvidar la parte del vivero, semillas, plantas y jardinería. Luego, los cultivos especiales y de alto valor, la agricultura de precisión y la 4.0.

En las dos últimas ediciones hemos tenido un incremento de empresas que se dedican a la agricultura de precisión y 4.0, con sensores y drones que buscan hacer de la agricultura un elemento más sostenible, con una mayor eficiencia en el trabajo y garantizar la seguridad.

P.- Uno de los grandes atractivos de la feria es la exposición de maquinaria y de última tecnología, ¿qué novedades podremos ver en este sentido?

R.- FIMA celebra todos los años su concurso de novedades técnicas. (...) Prácticamente, están orientadas a mejorar la eficiencia de los procesos productivos y a cumplir las nuevas normativas, ser más sostenibles y garantizar la seguridad en el trabajo. Este año el jurado ha premiado a once productos que ya se pueden visitar en la web.

P.- En unos tiempos convulsos, ¿cuáles son los principales retos que afronta el sector?

R.- Tras una pandemia mundial, podemos decir que el sector agrícola ha sido uno de los que mejor ha trabajado: nunca ha parado para poder abastecer a toda la sociedad. Además, tenemos que añadir que el conflicto con el este de Europa: a nivel social es inaceptable y tenemos que condenarlo y, a nivel industrial, condiciona y modifica el escenario económico y sociopolítico mundial. Se están planteando numerosos interrogantes, que se ven acrecentados por los costes energéticos y de los carburantes en la cadena productiva. Nuestro deseo es la estabilización de estos factores con la mayor brevedad posible y que volvamos a una normalidad en todos los sentidos para retomar la actividad comercial y cotidiana de todos nosotros.

Además, desde FIMA, junto con el Ministerio de Agricultura, el Gobierno de Aragón y los diversos colectivos y organizaciones agrarias vamos a explicar el desarrollo de los 1.000 millones de euros de los fondos europeos Next Generation para la transformación ambiental y digital del sistema agroalimentario español.

La introducción a las nuevas tecnologías y aportaciones en materia de sostenibilidad y eficiencia energética o la mejora y modernización de regadíos son otros retos que se abordarán en FIMA.

Inés Escario