El Parlamento Europeo aprueba rebajar la protección del lobo: reacciones divididas entre agricultores y ecologistas


Estrasburgo - 2025-05-08 17:42:26
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El Parlamento Europeo ha aprobado hoy una medida que rebaja el nivel de protección del lobo en la Unión Europea, pasando de la categoría de “estrictamente protegido” a “protegido”, siguiendo así una propuesta de la Comisión Europea avalada previamente por los Estados miembros en el Consejo de la UE.

 

La votación ha contado con 371 votos a favor, 162 en contra y 37 abstenciones, y respalda la modificación de la Directiva de Hábitats de la UE. Esta actualización entrará en vigor automáticamente cuando el Consejo apruebe formalmente la revisión.

 

El objetivo del cambio es alinear la normativa comunitaria con el nuevo estatus aprobado en el Convenio de Berna, donde el lobo pasa del Anexo II al Anexo III. Bajo el anterior régimen (Anexo II), quedaba prohibida cualquier captura o muerte intencional del animal, así como la alteración de sus hábitats y el comercio del mismo.

 

Con la inclusión en el Anexo III, se permite cierta flexibilidad en la gestión de la especie, incluida la caza, siempre que se garantice que las poblaciones no estén en peligro. Esta medida responde al aumento en la población del lobo en ciertas regiones y a la presión ejercida por parte del sector agrario.

 

Aunque España, Polonia y Bélgica se abstuvieron en el Consejo, finalmente España también modificará su normativa interna, tras la aprobación en el Congreso de una enmienda del PP a la Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario, apoyada por Vox, Junts y PNV, que retira al lobo del listado de especies protegidas.

 

Esta decisión ha generado una fuerte división entre agricultores y ecologistas. Varias “comunidades loberas” españolas (Galicia, Asturias, Cantabria y Castilla y León) han venido exigiendo desde hace años la posibilidad de abatir lobos al norte del Duero, debido al creciente número de ataques al ganado.

 

El cambio legislativo se interpreta como un giro en la política medioambiental de la Comisión Europea, en un intento de acercamiento al sector agrario tras las protestas del año pasado. Este contexto cobró mayor visibilidad cuando trascendió que un lobo había matado a un poni de la presidenta Ursula von der Leyen, lo que intensificó el debate.

 

Von der Leyen ha defendido la propuesta afirmando que “las manadas de lobos en algunas regiones de Europa se han convertido en un peligro real, especialmente para el ganado” y que era necesario “dar más flexibilidad a las autoridades locales”.

 

Reacciones encontradas

 

El cambio ha sido celebrado por la patronal agraria europea Copa-Cogeca, que agradeció que las instituciones respondan a “las preocupaciones legítimas de los agricultores y comunidades rurales”. Instaron a los Estados miembros a colaborar con los actores locales para diseñar “planes de gestión efectivos y pragmáticos”.

 

También han respaldado la medida la Federación Europea de Caza y Conservación (FACE) y la Organización Europea de Propietarios de Tierras (ELO), tras años de demandas por parte del medio rural.

 

Por el contrario, varias organizaciones ecologistas —WWF UE, BirdLife Europe, ClientEarth y la Oficina Europea de Medio Ambiente— han calificado la decisión como “un movimiento político disfrazado de política pública”, sin base científica. En un comunicado conjunto, alertan que esta acción “pone en peligro uno de los mayores éxitos de conservación de Europa” y podría ser solo el “primer acto de una ofensiva contra las leyes ambientales” por parte de sectores conservadores y de extrema derecha.

 

El Fondo Internacional para el Bienestar Animal (IFAW) también ha expresado su rechazo, advirtiendo que la rebaja de protección marca un precedente negativo y considera que el lobo se está tratando como “un problema político”, pese a su papel crucial en la salud de los ecosistemas.