Los mataderos de Castilla y León, en situación crítica por la reducción de las cabañas


Valladolid - 2025-11-26 12:06:53
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Los mataderos de Castilla y León atraviesan una situación crítica debido al descenso de las cabañas ovinas y bovinas, consecuencia —según denunció este miércoles la Asociación de Mataderos de Castilla y León (AMACYL)— de las políticas de la PAC, la creciente burocracia, las exigencias en bienestar animal y la falta de relevo generacional en el sector ganadero.

 

En un comunicado, AMACYL ha incidido en que “los mataderos de la comunidad viven ahora mismo una situación difícil, que de no revertirse puede amenazar la actividad económica de estos centros y el empleo en las zonas rurales, donde más se necesitan”. Por ello, la asociación urge a las administraciones a frenar el abandono de la actividad ganadera, fomentar el relevo generacional, reducir las trabas burocráticas y reforzar las ayudas al sector primario.

 

La asociación denuncia que las políticas actuales de la PAC están reduciendo ayudas y fomentando el abandono, a lo que se suma una excesiva carga impositiva derivada de la extensión obligatoria de norma de PROVACUNO e INTEROVIC, que establece aportaciones económicas obligatorias para financiar la promoción e imagen del sector cárnico.

 

En ovino, los mataderos deben abonar 8 céntimos por cabeza a INTEROVIC, mientras que otros 8 céntimos corresponden al ganadero. En vacuno, la aportación obligatoria asciende a 50 céntimos del matadero y 50 del ganadero por cabeza sacrificada. En la práctica, denuncia AMACYL, “somos los mataderos quienes estamos asumiendo también la parte del ganadero en la mayoría de los casos”, lo que implica un pago real de 16 céntimos por ovino y 1 euro por vacuno sacrificado, una situación que consideran inviable y que reclaman revisar.

 

A juicio de la asociación, “lo justo es que los destinatarios de estas cantidades sean quienes las recauden, y no los mataderos, que no debemos asumir esa labor”.

 

AMACYL también alerta de que numerosas ayudas LEADER quedan desiertas debido a requisitos difíciles de cumplir, como la obligación de crear empleo o contratar mujeres, sin tener en cuenta el contexto rural de estas instalaciones, donde la población disponible es muy reducida. Piden mayor flexibilidad y que estas ayudas se orienten a mejorar la competitividad y mantener el empleo existente.

 

La asociación recuerda que, según datos de COAG, cada año 1.550 ganaderos en extensivo cierran sus explotaciones en España, lo que equivale a entre 4 y 5 cierres diarios. Desde 2006, el país ha perdido 21.946 explotaciones de vaca nodriza y 6.132 de ovino de carne, una caída que ha provocado menos animales disponibles para sacrificio y, al mantenerse la demanda, un aumento de los precios al consumidor.