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El sindicato de Jóvenes Agricultores y Ganaderos de Cataluña (JARC) ha reclamado hoy a la administración que articule medidas para paliar el aumento del precio de la soja y los cereales que se destinan a piensos animales, que se encarecerán entre un 25 y un 30% en breve.
Según ha informado a EFE Joan Carles Massot, responsable del sector bovino de carne de JARC, las materias primas destinadas a la alimentación de la ganadería, especialmente la soja, pero también el maíz y la cebada, sufrirán de forma inminente un aumento de los precios a consecuencia, principalmente, de que los países productores han sufrido un descenso de las cosechas.
Massot ha explicado en este sentido que Europa es deficitaria en producción de piensos proteicos, que son los elaborados con soja, por lo que tiene que importarlo de países exportadores como EUA, Brasil, Uruguay y Argentina.
Sin embargo, este año, a consecuencia del descenso de producción de soja en esos países, unido a que China demanda el 60% de la producción mundial de esta leguminosa, ha provocado que se encarezcan el coste de los piensos para ganadería entre un 25 y un 30%.
Asimismo, el aumento del precio de la soja conllevará una subida de otros cereales destinados a piensos para animales como son la cebada y el maíz.
Por ello, JARC reclama que dentro de la PAC se establezcan medidas para paliar este aumento y evitar que se vuelva a producir en el futuro.
Entre las medidas que podrían ayudar a conseguirlo, el sindicato propone que se prohíba especular a los inversores en materias primas destinadas a alimentación, como la soja, cosa que está sucediendo en la actualidad; que cuando haya excedentes se prevean bancos de reserva; y que se favorezca el intercambio de productos locales y piensos en el mercado interior.
JARC también reclama que se autorice el uso de harinas de carne para la ganadería monogástrica, es decir, para la cabaña porcina, ya que permitiría a los ganaderos no depender tanto de la soja para aportar proteína a los cerdos.
En este sentido, explican que esas harinas se prohibieron a raíz del síndrome de las vacas locas, pero recuerdan que ya se han autorizado en la alimentación de peces y consideran que no habría peligro permitiéndolas en cerdos, y estableciendo un sistema de especies cruzadas (es decir, dando harina de carne de ave a los cerdos y al revés, por ejemplo).
"Pedimos una solución para este nuevo problema que afecta al sector, que ya está muy agobiado, y que no tendrá otro remedio que repercutir este aumento de los precios de las materias primas en el consumidor", ha concluido Massot.