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El delegado de la Junta de Castilla y León en Palencia, Luis Domingo González, niega que la administración "mire para otro lado" con el problema de los ataques de lobos a la ganadería, y asegura que la política de la Junta en esta materia está muy clara, guste o no.

A preguntas de los periodistas, sobre los continuos ataques de lobos a ganaderías del norte de la provincia de Palencia, González ha asegurado que la política de la Junta en materia de lobo "está muy clara", y que "otra cosa es que se esté de acuerdo o no con ella".

Ha explicado que las organizaciones agrarias que denuncian constantemente estos hechos parten de "una premisa errónea" porque la Junta de Castilla y León "no mira para otro lado", sino que es consciente de la alarma que esto genera y trabaja para hacer sostenible la conservación del lobo y la economía de los ganaderos.

UPA Palencia ha amenazado con llevar los animales muertos por ataque de lobo ante la delegación territorial de la Junta para "presionar" a la administración regional para que tome medidas para solucionar un problema que está ocasionando enormes pérdidas a los ganaderos.

González ha recordado que el Plan de Conservación del Lobo al norte del Duero establece cada año un cupo para matar lobos distribuido por comarcas y que en el caso de los animales que no se cazan en las cacerías normales, es el propio coto o el gestor de la reserva el que se encarga de eliminarlos.

Aun así, ha aclarado que cuando se producen daños extraordinarios, como está sucediendo en Palencia, es la reserva, o el dueño de los derechos cinegéticos del coto en su caso, la que pide autorización para cazar el numero de ejemplares idóneo para eliminar la amenaza.