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El sindicato de Jóvenes Agricultores y Ganaderos de Cataluña (JARC-COAG) de Lleida ha denunciado hoy que la normativa que impide el abandono de cadáveres de ganado en la montaña está provocando que las aves carroñeras, especialmente los buitres, estén bajando a buscar comida a la planicie.

Según ha informado el sindicato, debido a que los buitres no encuentran comida suficiente en la montaña, están cambiando sus hábitats y están bajando a las comarcas de la plana de Lleida, donde se están concentrando en gran cantidad alrededor de comederos y granjas.

El presidente de JARC en Cataluña, Josep Maria Jové, explica en este sentido que actualmente se pueden ver hasta medio centenar de buitres en zonas del Baix Segrià.

Estos animales han bajado, según explica, de la montaña a alimentarse al comedero de Matarraña (Teruel) y al encontrarse desorientados están buscando comida por las granjas de la zona.

"Estamos viendo cosas que no habían pasado nunca, como que los buitres ataquen en la montaña a ganado vivo o que haya concentraciones de hasta 50 buitres en pueblos de la plana de Lleida", explica.

Según le consta a JARC, se han registrado casos muy llamativos como que los buitres ataquen a una vaca que está dando a luz en la montaña, sola, llevándose al ternero, o que en granjas de Lleida los buitres se lleven los cerdos muertos que hay en los contenedores al aire libre.

"Hay mucha gente que está atemorizada por los buitres, que son aves de una gran envergadura, de manera que huyen al verlos. Incluso tememos que puedan acabar atacando a algún anciano o niño, debido a que están modificando tanto sus costumbres y hábitats", advierte Jové.

Por ello, desde el sindicato reclaman que la Unión Europea modifique la legislación y permita de nuevo el abandono de cadáveres de ganado en los comederos y estercoleros que hay en la montaña, como sucedía antes de la crisis de las vacas locas.

Asimismo, reclaman la creación de nuevos comederos, al menos en países como España y Portugal donde los casos de Encefalopatía Espongiforme Vacuna (EEV) son mínimos y las poblaciones de especies necrófagas son las más elevadas e importantes de Europa.

Por otro parte, JARC reclaman también que se clarifique la normativa sobre responsabilidades por daños a ganado o cultivos causados por especies cinegéticas no protegidas, como los conejos o los jabalíes, ya que aseguran que acaban pagando siempre los mismos: el ganadero o el payés.