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La tentación por el oro verde: el precio del aceite dispara los robos en campo y almazaras


Madrid - 2023-09-04 09:10:32
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Con botellas que rozan ya 12 euros el litro, el aceite de oliva, especialmente el de categoría virgen extra, se ha convertido en ese verdoso objeto de deseo que quita el sueño a los amigos de lo ajeno disparando los robos de aceite y aceituna hasta niveles nunca vistos.

El problema no es reciente, porque los robos han subido de forma relevante en las dos últimas campañas, pero es ahora cuando está alcanzando picos históricos, afectando a amplias zonas y cobrando protagonismo los hurtos de aceite de oliva; el último de ellos esta semana en Carcabuey (Córdoba) donde se extrajeron de una almazara 50.000 litros de aceite de oliva virgen extra (AOVE) valorados en medio millón de euros.

Pero el goteo de hurtos es constante y ascendente; de hecho en la provincia de Jaén, principal productora, el volumen de aceituna sustraída en la última campaña de recogida (2022/2023) rozó los 260.000 kilos, un 28 % más respecto a la anterior en la que, a su vez, subió el número de hurtos un 40 % respecto a la precedente.

Además, en esta última campaña, el valor de la aceituna sustraída ilegalmente en Jaén ascendió a 161.000 euros frente a los 82.881 euros de la anterior.



MODUS OPERANDI

Si en el caso del aceite el robo suele ser en una almazara, para sustraer la aceituna se trasladan a los olivares donde los ladrones, algunos pertenecientes a redes de compraventa, se toman incluso el tiempo necesario para varear los olivos y coger la aceituna antes de llevarla hasta los puntos de recepción.

La labor de las fuerzas de seguridad, especialmente de los equipos ROCA de la Guardia Civil, es interceptar estos traslados de aceituna o inspeccionar puntos de recepción para verificar si la mercancía cuenta con el Documento de Acompañamiento del Transporte (DAT) en el que conste cuál es el origen y el destino del género.

Si no se acredita su legítima procedencia, se inmoviliza y decomisa la aceituna que, normalmente, es llevada a depósitos municipales.

Una aceituna que, por cierto, se destruye, algo a lo que se han opuesto desde algunos estamentos agrarios y políticos que piden evitar su destrucción para poder transformarla en aceite y donarla a ONGs.

En el caso del robo de aceite, como el ocurrido en Córdoba, los agentes se afanan en interceptar las cisternas en las que se lo han llevado para devolver el producto a su propietario o estar atentos a puntos de compra que den la voz de alarma si les llega un aceite sin papeles, es decir, sin la documentación que acredita su trazabilidad.



LA CAUSA DE MÁS ROBOS

Ni las administraciones, ni las fuerzas y cuerpos de seguridad, ni el propio sector oleícola tienen duda alguna de que este incremento de los hurtos se ha debido a la revalorización del producto por una sequía que ha menguado las producciones.

La subdelegada del Gobierno en Jaén, Catalina Madueño, ya dijo en abril de 2022, cuando hizo balance de aquella campaña, que el incremento de un 40 % de los robos de aceituna se debía a "la mejora de la cotización" del fruto y apuntó que se había detectado una mayor actividad de bandas organizadas especializadas en robos en el campo.

En esa campaña, la Guardia Civil consiguió recuperar casi 47.000 kilos de aceituna robada (el 23 % de la sustraída en la provincia).

En abril de este año, en el balance de la campaña 2022/2023, Madueño reiteró que la subida de los robos en un 29 % también se achacaba principalmente a la escasez de cosecha por la sequía que había aumentando aún más el precio del aceite.

El presidente de Asaja Córdoba, Ignacio Fernández de Mesa, ha calificado, en declaraciones a Efeagro, de "lamentable" el robo de aceite en Carcabuey.

Lo ve un "peligro" y una muestra de que este año los robos "amenazarán no sólo a las almazaras sino también al campo porque el precio que tiene el aceite resulta tentador para cualquier delincuente".



LOS ROBOS 2023

Desde principios de año, se han notificado robos y se han efectuado detenciones en las provincias de Badajoz, Granada, Jaén, Málaga, Córdoba e incluso Madrid.

Entre ellos destaca la operación de la Guardia Civil en la que detuvo, en mayo pasado, a nueve personas -una de ellas ingresó en prisión- como presuntas autoras del hurto continuado de 34.000 kilos de aceitunas en la comarca de Antequera (Málaga).

A principios de año, se sustrajeron 22.300 kilos de aceituna en la provincia de Badajoz; y en marzo se produjo la detención de 16 personas relacionadas con el robo de más de 17 toneladas de aceitunas en explotaciones agrícolas de las Vegas de la Comunidad de Madrid.

Además, en el arranque del año, el depósito municipal de Almendralejo (Badajoz) almacenaba ya cerca de 20.000 kilos de aceitunas robadas en la zona y el Ayuntamiento informó de que en la Navidad pasada hubo días en los que llegaban 2.000 kilos de aceitunas robadas.

Un goteo constante de una actividad delictiva cuyos integrantes se pueden enfrentar a procesos judiciales por delitos de hurto o por infracciones a la Ley de seguridad alimentaria y nutrición en concordancia con el decreto sobre trazabilidad de uvas y aceitunas.

 

Juan Javier Ríos

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