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La organización UPA-UCE en Extremadura ha denunciado las "graves" pérdidas económicas de la ganadería extremeña ante la "falta de control cinegético", que multiplica el riesgo de contagio, así como el endurecimiento en los protocolos sanitarios de detección de enfermedades, especialmente tuberculosis.

La organización agraria ya ha solicitado una reunión al consejero del ramo, José Antonio Echávarri, para trasladarle esta problemática e instarle a la búsqueda de soluciones.

Según UPA-UCE, el aumento "desproporcionado" del censo de animales salvajes (especialmente jabalíes) y la "descoordinación" de la Junta a la hora de organizar las campañas de saneamiento, están suponiendo "un alarmante incremento de los índices de positivos en tuberculosis y brucelosis en la cabaña ganadera de la región".

Esta situación se da especialmente en zonas como Plasencia, Coria y Navalmoral de la Mata, tal y como precisa en una nota de prensa.

A UPA-UCE le preocupa especialmente el incremento de la fauna silvestre y la "falta de control y regulación cinegética, que está ocasionando la propagación de enfermedades al ganado".

En su opinión, es necesario que la Dirección General de Medio Ambiente "actúe y deje de mirar para otro lado" para reducir el número de ejemplares y controlar sanitariamente a estos animales, evitando así la transmisión de enfermedades a las ganaderías.

"Se trata de un problema muy importante, que si no corregimos en su origen, las inversiones y tratamientos que lleven a cabo los ganaderos no servirán absolutamente para nada", ha alertado el secretario de Ganadería de UPA-UCE, Antonio Prieto.

Por otro lado, ha apuntado, el Ministerio ha cambiado el protocolo de actuación en las pruebas para detectar la tuberculosis en las cabañas, siendo "más sensibles a la aparición de positivos, incluso de falsos positivos, ya que la prueba no es 100% fiable".

En el caso de aparecer un positivo en la explotación, según UPA-UCE, la reglamentación actual obliga a bloquear a los animales sanos y venderlos a cebaderos sin catalogación sanitaria, que aprovechan la ocasión para pagar precios "miserables" a los ganaderos por animales "en perfecto estado".

Esta regulación, que la organización ha calificado de "injusta", condiciona en gran medida la comercialización de animales que, incluso tras el saneamiento que demuestra que el animal está sano, obliga a los ganaderos a derivarlos a "cebaderos sucios" y origina "graves pérdidas económicas" a la explotación.

Por ello, UPA-UCE ha reclamado a la Consejería que defienda los intereses de los ganaderos extremeños y exija al Ministerio que modifique la regulación nacional para que los animales sanos puedan comercializarse a través de los canales habituales, y cesen de una vez los "bloqueos" en las explotaciones afectadas.