PAC - General


La exportación "aliña" las cuentas agrarias en un año de infarto en lo climatológico


Madrid - 2016-01-10 22:14:29
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El año 2015 ha estado marcado por el auge de las exportaciones agroalimentarias -que compensaron la atonía del mercado interior-, la entrada en vigor de la Política Agraria Común (PAC) considerada la más compleja de la historia, la crisis del lácteo y las adversidades climáticas de todo tipo.

Cierra un ejercicio transcendental también para la cadena de valor alimentaria, con reformas nunca antes adoptadas por un país de la Unión Europea (UE) para atajar prácticas desleales y equilibrar fuerzas entre agricultores y ganaderos y la industria y la distribución.

El primer trimestre del año no pudo comenzar peor para el campo con los temporales de lluvia -históricas fueron las inundaciones del Valle del Ebro-, nieve o viento, a los que se sumaron posteriormente fuertes granizadas y olas de calor, que han dejado a parte de España en una situación de preocupante sequía.

En este sentido, se agilizó la aprobación de los planes hidrológicos, que arrastraban grandes retrasos, y arreciaron las tensiones por los trasvases del Tajo-Segura.

El primer año de aplicación de la nueva PAC 2015-2020 no ha sido fácil, dada la complejidad del sistema de "regionalización", los problemas técnicos e informáticos para registrar las solicitudes y la incertidumbres generadas sobre la admisibilidad de pastos.

En el lado positivo, dicha nueva PAC asegura 47.000 millones de euros en ayudas para el campo hasta 2020, el equivalente al 25 % de las rentas de agricultores y ganaderos españoles, una estabilidad que no tiene ningún otro sector económico en el país.

Por otra parte, la Comisión Europea daba el visto bueno definitivo a los Programas de Desarrollo Rural 2014-2020, lo que redundará en unos 8.297 millones de euros de fondos europeos comprometidos y un gasto público superior a los 13.100 millones.

Por sectores, los bajos precios de la leche en origen fueron constantes en 2015, lo que desató las protestas, movilizaciones y los actos de presión frente a industrias y supermercados, e incluso el desarrollo de "una marcha blanca" hacia Madrid.

También la carne de pollo, conejo y porcino se vieron vapuleados por el mercado, con cotizaciones poco remunerativas en origen.

Y se sostuvo una lucha titánica contra la lengua azul.

Se autorizaron ayudas públicas de la UE y nacionales para compensar a los sectores agropecuarios afectados por los problemas de mercado y de precios, especialmente esperadas en las explotaciones lácteas, a las que se han dirigido más de 45 millones en total; aunque para el sector son menos efectivas de lo deseado y la crisis continúa.

En julio, entraba vigor el nuevo Código Penal, que recoge a demanda de los agricultores delitos agravados (hurto, robo y receptación) relacionados con los productos agrarios y a los instrumentos o medios que se utilizan en su obtención.

En líneas globales, la escasa producción del olivar y los bajos precios ganaderos han impedido una mayor renta agraria que, a pesar de todo, rondará en 2015 los 22.170,5 millones de euros en términos corrientes, un 1,7 % más respecto a 2014, gracias en buena parte a la subida de cotizaciones en el segmento de las frutas y hortalizas.

Las medidas de vertebración de la cadena de valor han cobrado protagonismo en 2015, como continuación de las iniciadas en 2014, también en el lácteo, que en septiembre suscribió en su mayoría un acuerdo para la estabilidad.

Se constituyó, además, el Pleno del Observatorio de la cadena alimentaria -órgano que vigila los precios y las relaciones entre operadores para evitar abusos-, al tiempo que despegó el Código de Buenas Prácticas -voluntario y de autorregulación- respaldado por las industrias, Cooperativas Agro-alimentarias, las organizaciones agrarias Asaja, COAG y UPA, y Asedas por parte de la distribución.

La Agencia de Información y Control Alimentarios suma actuaciones y, tras poco más de un año de vida, tramita 157 expedientes sancionadores por incumplimientos de la ley de la cadena.

Los agricultores y ganaderos, que arrastran desde 2014 los efectos del veto ruso, no se han librado este año de diferentes "terremotos" como el informe de la Organización Mundial de la Salud sobre los riesgos cancerígenos de las carnes rojas o los ataques en Francia a camiones españoles con producción agroalimentaria.

Pero el sector resistió bien y las ventas exteriores superan niveles récord 2015; el comercio de alimentación, bebidas y tabaco arrojó un superávit de 7.304 millones hasta septiembre (+13,8 %) y las cooperativas ganan músculo en los mercados y exploran vías de asociación e integración (Dcoop, Baco, AN, Arento, ACOR...).

Para favorecer aún más las exportaciones, el Gobierno lanzó diferentes medidas de apoyo a la internacionalización, actualizó normas de calidad de más de 500 productos y trató con especial celo el control en frontera para prevenir plagas o enfermedades.

La apertura de nuevos mercados ha continuado, con logros destacados en China, mientras la UE avanza en acuerdos como el TTIP con EEUU.

El año 2015 llega a su fin con los ecos recientes de la sentencia del Tribunal de Justicia europeo, que anula el acuerdo por el que la UE y Marruecos liberalizaban su comercio agrícola y pesquero, los incendios forestales y unas elecciones en las que el rural ha reclamado un lugar más destacado en las políticas públicas.

Ginés Mena