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Castilla y León ha convocado hoy la nueva línea de ayudas, dotada con 70.000 euros, para apoyar la vacunación obligatoria contra la lengua azul y sufragar entre el cien por cien y la mitad de su coste, y con ello respaldar a los ganaderos afectados en las zonas de influencia de la enfermedad.
Según ha detallado hoy la Consejería de Agricultura y Ganadería a través de un comunicado, el Boletín Oficial de Castilla y León publica hoy la orden que convoca las ayudas, que también buscan minimizar el riesgo de difusión al resto de la ganadería de la Comunidad y facilitar el movimiento de ganado de las zonas de restricción.
Se trata de una enfermedad vírica transmitida por mosquitos que afecta a rumiantes (ovino, caprino y bovino); y aunque no existen riesgos para la salud pública asociados a esta enfermedad, sí se producen graves restricciones comerciales para los animales y productos de origen animal de las zonas afectadas.
Además, en ganado ovino produce grave sintomatología clínica, por lo que el Ministerio de Agricultura, ante los focos de lengua azul en Extremadura, Andalucía y Castilla-La Mancha, ha publicado varias órdenes ministeriales que obligan a la vacunación de forma obligatoria frente a los serotipos 1 y 4 de esta enfermedad.
En Castilla y León la zona de vacunación obligatoria se concentra en las comarcas del sur de la provincia de Ávila (Arenas de San Pedro, Cebreros, El Barco de Ávila, Las Navas del Marqués, Navaluenga, Candeleda y Sotillo de la Adrada) y de Salamanca (Béjar y Sequeros).
Para compensar el coste que supone la vacunación en las zonas de restricción, la Consejería de Agricultura y Ganadería ha convocado las citadas ayudas, que contempla la subvención del 100 % del coste de la vacuna para los ganaderos integrados en agrupaciones de Defensa Sanitaria Ganadera y el 50 % para aquellos ganaderos no integrados.
La vacunación preventiva supone también una garantía para el movimiento de ganado de las zonas de restricción, dado que la Unión Europea establece una serie de limitaciones al movimiento en las explotaciones situadas en 100 kilómetros alrededor de la zona en la que se detecte.