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¿Cultivo milagro? Camelina resiste sequía, produce energía y alimenta ganado


Madrid - 2012-06-17 13:25:44
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"No es un cultivo milagro, pero casi", señala el mayor productor de camelina en España, una planta que soporta sequías extremas y heladas, y es rentable por su aceite -utilizado en bioquerosenos para aviación-, por la paja -ideal para biomasa- y una minúscula semilla proteica para alimentar el ganado.

En Castilla-La Mancha, José Luis Martínez recoge estos días su primera cosecha a gran escala, 1.650 hectáreas de las 2.000 que hay en toda España, aunque el año próximo las duplicará.

Martínez comenzó hace dos campañas a experimentar con ella en 10 hectáreas para comprobar cómo se comportaba la camelina en ciclos largos de cultivo -sembrado en octubre y noviembre- y en cortos -plantada en febrero, que es por el que se han decidido finalmente-.

Una cosechadora idéntica a la utilizada en cereales siega los campos ubicados en Albacete y Toledo, y separa automáticamente el grano -apenas un poco más grande que "la cabeza de un alfiler"- de la paja, un proceso que les llevará 10 o 12 días.

"Sólo hay que regular los elementos de la cosechadora", como cerrar más las cribas", precisa este joven agricultor.

Pese a que ha sido un ejercicio "malísimo" para todos los cultivos por la sequía, las heladas y los bruscos cambios de temperatura, "podemos estar muy contentos con la camelina", que alcanzó rendimientos de entre 600 y más de 1.000 kilos por hectárea.

En un año con sólo 100 litros de lluvias en la zona -niveles desconocidos en 60 años-, la planta ha producido bien y, además, ha logrado sobrevivir a las heladas de 10-12 grados bajo cero que soportó esta zona agrícola durante el pasado febrero.

En un área de Toledo donde ha llovido un poco más (225 litros) -remarca- la cosecha se ha ido hasta 2.200 kilos/ha, lo que ha disparado los ingresos frente a otros granos.

"La rentabilidad del cereal no tiene nada que ver con la camelina, que puede ser un 50 % superior", a lo que hay que sumar las ayudas de la Política Agraria Común, precisa.

Por otra parte, el agricultor se ahorra entre un 25 y un 30 % en insumos -por ejemplo, no es obligatorio el abonado- y, si el terreno es pedregoso, ni siquiera hace falta "rulearse" -compactar el terreno tras las siembras, como se hace con otros herbáceos-, por lo que el laboreo y cuidados requeridos son mínimos, reconoce.

Resalta que tiene más aplicaciones: la paja de la camelina es altamente calorífica -ideal para producir energía con biomasa- y es muy rica en Omega 3, lo que le convierte en materia prima protéica para alimentar vacas, cerdos, ovejas y pollos, y es un sustitutivo ideal para la soja, muy cara e importada mayoritariamente de Argentina.

Las altas expectativas en esta planta herbácea oleaginosa -que no compite con terrenos destinados a la alimentación humana o animal, y se desarrolla en áreas marginales de secano extremo-, se materializan en la apuesta de empresas, los gobierno nacional y autonómicos, empresas de hidrocarburos y de aviación y cooperativas agrícolas como la vallisoletana ACOR.

Desde esta última (Olmedo, Valladolid), Javier Narváez también destaca a Efeagro su interés por el cultivo.

De momento realizan un análisis de viabilidad industrial para comprobar si el grano puede ser procesado en su refinería, un centro con capacidad para elaborar 100.000 t de biodiesel al año.

La cooperativa, que también ha liderado investigaciones sobre colza y jatropha -esta última "descartada" al no adaptarse a las condiciones agronómicas y heladas del interior peninsular-, sondea producir aceite de camelina que transformarían ellos mismos.

De momento, en ACOR ya refinan aceite de colza y girasol, proyectan próximamente hacerlo con la soja y aún no se sabe si también con el apreciado y aún gran desconocido aceite de camelina.

 

Gines Mena

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