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La organización agraria ASAJA calcula que Castilla y León sacrificó el pasado año unos 350.000 corderos importados desde otros países, cifra que se mantendrá ya que las administraciones no han tomado medidas contra lo que consideran un fraude al consumidor por no informar claramente de su procedencia.
Rafael Díaz, representante de Asaja en Burgos, ha denunciado este sábado a Efe que esos corderos se comercializan como "matados en Burgos" o en otros lugares de Castilla y León sin tener las características, seguimiento y cuidados que tiene el lechazo de esta tierra.
Díaz ha recordado que el lechazo de Burgos es alimentado única y exclusivamente con leche materna y procede de razas autóctonas, mientras que el cordero que viene de fuera, de Francia o incluso de Marruecos, es alimentado también con piensos.
"Se puede importar todo lo que se quiera" pero "no se debe engañar al consumidor", ya que los mataderos les colocan luego la etiqueta de aquí y no se explican las diferencias, ha sostenido.
Asaja ha pedido a las consejerías de Agricultura y Ganadería y a la de Sanidad que se exijan a todas las partidas que cruzan la frontera española "las mismas condiciones sanitarias y de calidad" que los productos de aquí, y que se informe a los consumidores del origen del producto.
Díaz ha indicado que el incremento progresivo de la importación de corderos franceses está devaluando el precio lo que, sumado a los efectos de la crisis, ha provocado que en los últimos diez años se haya reducido un cuarenta por ciento el número de explotaciones ganaderas de Burgos que, en la actualidad, no llegan al millar.
Por eso, la reivindicación vuelve a marcar hoy la fiesta del cordero y lechazo que ASAJA Burgos lleva ya catorce años celebrando en la localidad de Torrepadre.
Entre otras actividades, se realiza un concurso gastronómico con más de cuarenta recetas diferentes de cordero y la degustación de una caldereta popular.
De este modo, pretenden mostrar a los asistentes la calidad y características del lechazo y cordero de Burgos en la cocina porque, ante la falta de información, "a veces la gente piensa que no lo sabe cocinar y por eso no sabe igual, cuando lo que pasa es que es importado".