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El propietario del grupo Leite Río, Jesús Lence, afirmó que su empresa ha dejado de recogerle la leche a unos catorce ganaderos, pero negó que esa decisión tenga que ver ni con la existencia de excedentes ni con discrepancias de opinión en cuanto al precio, sino que ha estado motivada porque esas granjas no "daban una calidad mínima".

Lence hizo estas declaraciones antes de participar en una reunión convocada por la Consellería de Medio Rural y Mar con las industrias del sector lácteo, un encuentro para hablar de la situación que está atravesando el sector productor y, de forma concreta, solicitada ante la información de que algunas industrias estaban dejando de recoger la producción de parte de sus proveedores.

Antes de esa reunión, en la que participaron representantes de C.A.P.S.A, Celta, Lactalis, Feiraco, Nestlé y Leite Río, además de la propia Asociación de Industrias Lácteas, la titular de Medio Rural, Rosa Quintana, reconoció que la reunión fue convocada "como consecuencia de las noticias que están saliendo en los últimos días sobre gente que se queda sin que se le pueda recoger su leche".

Por ello, precisó, el "sábado se convocó de urgencia a la industria, para analizar con ella cuál es la situación y ver las posibles soluciones".

Según Lence, "por parte del grupo Leche Río, sólo se dejó de recoger a un grupo muy pequeño de ganaderos. Ganaderos que veníamos sancionando desde principios de año, porque no daban unas calidades mínimas", precisó el empresario.

De hecho, Lence afirmó que "con sancionar y con pagar menos a esos ganaderos no se arregla el problema", porque se necesita "una calidad mínima" para poder trabajar el producto en la industria y "como esta gente no daba una calidad mínima, tuvimos que dejar de recogerles la leche".

En cualquier caso, el empresario lucense afirmó que se trata de "una minoría", en concreto "unos catorce o quince ganaderos" entre "mil cien ganaderos" que trabajan actualmente con su grupo.

Lence también afirmó que, en contra de lo que se viene diciendo por parte de los sindicatos, "la distribución no está apretando nada" a las industrias para que bajen los precios y aseguró que tampoco se trata de un problema de excedentes.

"En nuestro grupo tenemos las existencias que tenemos que tener", añadió el empresario, quien también matizó que su empresa ya está "metiendo a otros ganaderos" para sustituir a aquellos a los que no les continuará recogiendo su producción.

"En nuestro grupo, el problema no es que sobre, ni que falte ni de precio. El problema es que hay un mínimo de ganaderos que no cumplen los mínimos de calidad y nosotros no podemos recoger esa leche", zanjó.