Ganadería - Porcino


Los lechones también visitan al "dentista"... y por el bien de la cerda madre


Madrid - 2022-02-06 12:06:28
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Los cuidados dentales dispensados a un lechón tras su nacimiento son esenciales para asegurar el bienestar de su cerda madre y por ello los avances tecnológicos para tratamientos como el limado de colmillos ayudan a reducir las mastitis en las reproductoras y se hacen además sin dolor para el cerdito.

Uno de los últimos ha sido patentado en España por la granja turolense Explotaciones Pellicer Sorolla y se llama "Dentapig", un invento que les ha valido además ganar el último premio Porc d'Or Zoetis a la Innovación.

Su gerente, Raúl Pellicer, explica a Efeagro que el invento consiste en un carrito transportable que contiene una cesta en la que se introducen los lechones a tratar.

El tratamiento del limado de los colmillos consiste en aplicar aire comprimido (a presión) a la pieza dental con la que se consigue su erosión.

“Dentapig” sustituye así a otros procesos en los que el limado se llevaba a cabo con una lija (dremel) eléctrica que era además utilizada mientras el propio operario sostenía en la otra mano al lechón.

Los beneficios del nuevo sistema son varios, según señala Pellicer.

En materia de bienestar animal, incide en que el limado de los colmillos es necesario en los lechones que el veterinario de la explotación indique para evitar mastitis en las cerdas.

Pellicer señala que los lechones tratados suelen ser aquellos que “tienen conductas más agresivas a la hora de mamar” leche.

Al reducir el dolor que le puede provocar a la cerda el amamantamiento, éstas también son capaces de producir más leche y, por lo tanto, suministrar más cantidad a sus crías.

De cara al lechón, “Dentapig” hace que el proceso sea más preciso, rápido e indoloro.

El hecho de que el granjero pueda dedicar sus dos manos al limado, y no sólo una, -ya que “Dentapig” cuenta con una cesta receptora de animales- permite esa mayor precisión y que se canse menos: “El esfuerzo físico del operario se reduce mucho”, reseña.

Es más rápido porque, si con las técnicas previas se tardaba en limar los colmillos a un lechón un mínimo de 30 segundos, ahora ese tiempo se puede reducir a la mitad.

También han reportado otros beneficios, como una mayor durabilidad de las limas por lo que, al final, “todos ganan: las cerdas, los lechones y los operarios”.

Pellicer incide en que la idea surgió de la propia granja y, al final, se ha convertido en un invento ya patentado y comercializado.

Y no es el único que ha salido de esa explotación porque hace una década ya concibieron “Airpig”, un sistema de ventilación que reduce las muertes de lechones por aplastamiento de su madre en los primeros meses de vida.

Consiste básicamente en un sensor que activa una corriente de aire a ráfagas bajo la cerda cuando detecta que ésta se levanta de tal forma que les da a los lechones y les molesta “lo justo” para que no se metan debajo de su madre.

Con ello han reducido “bastante” esa mortalidad; de hecho, salvan a un millar de lechones al año en su granja con tal técnica, que también fue premiada y está a la venta.

“Dentapig” y “Airpig” nacieron con la idea de mejorar los procesos de producción, potenciar el bienestar animal y facilitar la labor de esta granja y ya es posible beneficiarse de ello en cualquier granja porcina.

Eso sí, el gerente subraya que su apuesta por la innovación no es para hacer negocio con ello sino para mejorar y facilitar las labores en su granja porque, “al final, nosotros no podemos dejar nuestra explotación para fabricar y vender inventos”.

 

Juan Javier Ríos

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