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El sector agroalimentario y pesquero español verá con buenos ojos toda mejora en las relaciones con Estados Unidos, un mercado muy deseado desde hace muchos años para sus exportaciones pero con barreras cuya intensidad zigzaguea como los aranceles que ahora afectan a la aceituna negra de mesa.

La reunión en Washington, este viernes, del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con el líder de EEUU, Joe Biden, llega en un momento de crecimiento de las ventas exteriores agroalimentarias a EEUU, el destino de mayor interés junto con China para los productores españoles fuera de la Unión Europea (UE).

SUBEN LAS EXPORTACIONES Y LA GUERRA INFLUYE EN LAS IMPORTACIONES

España exportó a Estados Unidos en 2022 productos agroalimentarios -alimentos u otros bienes agrícolas o pesqueros, bebidas y tabaco- por valor de 3.119,4 millones de euros, con una subida anual del 26 % en valor, según los datos de la Secretaría de Estado de Comercio.

Los productos agroalimentarios españoles más vendidos a Estados Unidos son los del grupo de "grasas, aceites animales y vegetales", con un importe de 854,8 millones (+35 %).

Las ventas de aceite de oliva sumaron 670 millones, según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

En segundo lugar, según Comercio, estarían las ventas de bebidas (excluidos los zumos), por valor de 415,4 millones de euros (8 %), y en tercera posición, los envíos de conservas de frutas y verduras españolas, con 369,6 millones y una subida anual del 28,8 %.

Por otro lado, las importaciones españolas agroalimentarias de EEUU se situaron en 1.998,9 millones, con un repunte del 40 % respecto a 2021.

Los principales bienes comprados a EEUU fueron el grupo de "frutas y frutos secos", con un valor de 612,6 millones y un crecimiento anual del 15,69 %; en segundo lugar, las semillas de oleaginosas, con 588,1 millones y un aumento del 19 %.

Pero en la evolución de las importaciones destaca, de forma espectacular, el crecimiento de las compras de cereales, que alcanzaron 241,3 millones en 2022, frente a la cifra de 1,4 millones del año anterior, a causa de la guerra de Ucrania.

La razón está en que España es un país deficitario en grano y materia prima para piensos y sus operadores tuvieron que recurrir más al maíz de EEUU, líder en ese cultivo, ante los problemas para acceder al cereal ucraniano, sobre todo al principio de la invasión.

UNA HISTORIA DE LITIGIOS

Actualmente las trabas aduaneras de EEUU a los alimentos españoles son pocas si se comparan con épocas como las del conflicto aeronáutico cruzado con la UE por los apoyos a Boeing y Airbus, que provocó represalias en forma de aranceles hasta 2021.

Pero siguen vivos los gravámenes contra la aceituna negra de mesa y la UE ha vuelto a pedir consultas con EEUU ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) por considerar que está incumpliendo el dictamen de este organismo, contrario a esos aranceles con los que Washington quiso tomar represalias contra las ayudas europeas.

Bruselas ya expresó el pasado enero su desacuerdo frente a los nuevos aranceles compensatorios de EEUU, que bajaron del 14,97 al 11,08 %, por considerarlo una rebaja insuficiente, ya que en la práctica y sumadas otras medidas los gravámenes solo han bajado del 35 % al 31%.

El Ministerio de Industria, Comercio y Turismo también incluye entre las barreras una restricción al comercio de vinos y licores frente al régimen para el producto local.

UN ACUERDO COMERCIAL MEJORARÍA EL ACCESO

EEUU es el principal destino extracomunitario para las conservas españolas de pescado y de marisco, con un volumen superior a las 4.600 toneladas, según Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) .

Por ello, desde la asociación española de fabricantes de conservas pesqueras Anfaco aseguran a Efeagro que un acuerdo comercial entre la UE y EEUU "mejoraría el acceso" a ese mercado prioritario para esta industria, que principalmente vende allí conservas de atún, cefalópodos, semiconserva de anchoa y de sardina.

"Si bien los estadounidenses comen menos pescado que los europeos, el consumidor norteamericano suele considerar las conservas españolas como un producto de alta calidad y/o étnico", según Anfaco.

Mercedes Salas