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La organización agraria de La Unión de Extremadura ha cifrado en 425 las muertes diarias de ganado vacuno en la región por la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE) y augura pérdidas económicas de unos 15,6 millones de euros "si la administración no actúa de manera inmediata".

El Coordinador Estatal de la organización, Luis Cortés, ha señalado en una rueda de prensa este jueves, que han remitido un escrito a la presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola porque "ahora mismo Extremadura es un gran foco" y se está propagando a otras comunidades autónomas, como Castilla La Mancha.

Ha exigido el nombramiento "inmediato" del director general de Agricultura y Ganadería, la confirmación o nuevo nombramiento del responsable del Servicio de Sanidad Animal "porque no hay ningún responsable de la Junta de Extremadura que esté haciendo absolutamente nada".

"No podemos entender que porque haya elecciones los que se van no hagan nada y los que entran tardan cuatro meses en entrar" y ha criticado además que en el Diario Oficial de Extremadura no se haya publicado nada relacionado.

También han solicitado la aprobación de un protocolo de actuaciones entre el sector ganadero y la fauna silvestre porque los tratamientos solo están dirigidos hacia las explotaciones y no para la fauna.

Además, ha exigido la actualización de indemnizaciones, ya que no ven rentable que el precio por el ganado les cueste sobre 1.400 euros y solo reciban 600 euros por la muerte y para cubrir los gastos de luto como la manutención de las crías de las vacas.

También pide una línea de ayudas para la adquisición de insecticidas ante la escasez, ya que en la región es "muy difícil porque es muy caro, hay muy poco y está restringido".

Cortés asegura que "si no se toman medidas más contundentes", van a fallecer más de 13.000 vacas en el mes de agosto, "mientras nuestras administraciones están de vacaciones".

Añade que ni los ganaderos extremeños, ni la economía regional se pueden permitir "el lujo" de tener pérdidas cada día de una media de 500.000 euros, solo con las muertes, a lo que tienen que añadir los desinfectantes que los ganaderos se están gastando "sin aparente efectividad".