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Según las últimas previsiones del "Avance de superficie y producciones agrícolas" del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación correspondientes al 31 de julio de 2023 la producción de cereales de otoño-invierno para la campaña de comercialización 2023-24, cosecha 2023, reflejan para todo el grupo, un descenso del 40,3% respecto a la campaña precedente y de un 51,95% respecto a la media de las últimas cinco campañas. El cultivo que experimenta mayor bajada es la cebada de seis carreras, con un descenso del 59,8% respecto la campaña 2022 y de un 71,57% en relación con la media de las últimas cosechas. La estimación de sLa pruperficie cultivada de todo el grupo en conjunto presenta un descenso del 4,7 %. Por cultivos, destaca la disminución en un 12,5% del centeno y de un 10,3% del trigo blando.
Entre los cereales de primavera, la producción de 2023 registran un descenso del 27,2% para el maíz y de un 8,4% para el arroz respecto a la cosecha 2022.

Por otro lado, se estima un aumento en la producción de sorgo de un 44,1% respecto a la campaña anterior, aunque en unos niveles (+1,3%) que se encuentran acordes con la media de las producciones de los últimos cinco años.

En cuanto a sus superficies, registran con relación a la campaña pasada, descensos del 20,4% para el maíz y del 2,8% para el arroz y un ligero aumento de un 0,6% para el sorgo.

Por otra parte, las estimaciones de producción de la cosecha 2023 de las leguminosas grano, presentan una gran variabilidad. Por un lado, las lentejas experimentan, siguiendo una línea descendente en las producciones de las últimas campañas, un descenso del 48,3 % respecto a la campaña 2022 que, a su vez, tuvo un descenso en la producción respecto a la media de los últimos cinco años de un 22%. También tienen descensos en la producción respecto a la campaña anterior, la veza (-27,6%), los yeros (-13,5%) o los guisantes secos (-5,7%). Por otro lado, hay cultivos con importantes aumentos en relación con la campaña 2022, como la judía seca (+33,3 %), con una producción ligeramente superior a la media de las últimas cinco campañas del cultivo. Los garbanzos experimentan un incremento en la producción del 23,8% y de un 52,2% en la superficie respecto a la campaña 2022, la cual, había sufrido un descenso respecto a la media de los últimos cinco años de un 40% y de un 29,3% respectivamente.

En cuanto a los datos de previsión de producción para la cosecha 2023 registran, respecto a la campaña anterior, una disminución para la remolacha azucarera de verano de un 30% en la producción y de un 16,7% en la superficie. La estimación de la cosecha actual de girasol supone un aumento del 13,6% respecto a la cosecha 2022 y es ligeramente superior (+8,4%) a la media de la serie histórica. Por otro lado, se prevé un incremento en la producción de soja de un 129,2% y de un 68,8% en su superficie respecto a la campaña 2022. En base a la media de las últimas cinco campañas, la soja ha experimentado un aumento del 77,8% en su producción y de un 49,4% de la superficie nacional. Los últimos datos para la cosecha 2023 de la colza, estiman un descenso del 36,5% respecto a la campaña 2022, que a su vez experimentó un incremento del 47,6% respecto a la media de las últimas cinco campañas. La estimación de la actual campaña de colza experimenta un descenso del 16,7% en relación con la media de la serie histórica.
Por otra parte, las estimaciones de producción de tubérculos de la cosecha 2023, indican, respecto a la anterior campaña, pequeños ascensos en patata media estación (+2,4%) y ligeros descensos en patata temprana (-0,7%). En el grupo de las cebollas, la producción de la ?de grano? asciende un 4,8% y la babosa un 2,4%.

En el grupo de los tomates, el de "enero-mayo" desciende un 9,2%, y el "de verano" (recolección junio-sept) asciende un 9,1%, en sus primeras estimaciones.
En otras hortalizas, las estimaciones de producción registran para la sandía, aumentos del 14,6%. Los descensos corresponden a espárragos (-18,2%), pimiento total (-10%) o melón (-3,9%). En cuanto a las superficies, las variaciones oscilan entre el (+9%) del tomate (rec. 1-VI/30-IX) y el (-7,4%) de la cebolla babosa o el (-5,8%) del pimiento total.

En cuanto a frutales, las estimaciones realizadas con relación a la campaña anterior tienen importantes fluctuaciones, ya que en general, los datos obtenidos en 2022 fueron inferiores respecto a la serie histórica de las cinco campañas anteriores. La manzana de mesa y la pera total tienen, respecto a la producción de la campaña 2022, aumentos del 13,9% y del 19,5% respectivamente. La estimación actual de ambos cultivos se encuentra en línea con la producción media de las últimas campañas. El melocotón, registra un aumento de un 56,1 % en relación con la campaña 2022 la cual, experimentó un descenso del 41,5% respecto a la media de las últimos cinco campañas. En el caso de la nectarina, las estimaciones proporcionan un aumento del 51,4% respecto a la campaña 2022, que a su vez experimentó una disminución del 38,4% en referencia a la media de las últimas cinco campañas. La estimación de la actual campaña de melocotón y nectarina, es ligeramente superiores a la media de la serie histórica del cultivo. En cuanto a la cereza y guinda o la ciruela, los datos estimados suponen un incremento del 11,9% y un descenso del 4,8% respecto a la campaña anterior que, por su parte, ya había sufrido un descenso del 12,4% y un ascenso del 6,7% respectivamente, respecto a la media de los últimos cinco años. En ambos cultivos, sus estimaciones de la cosecha 2023 están en rango con la media de las cinco últimas campañas. El albaricoque, ha experimentado un incremento del 10,6% respecto a la campaña anterior, pero su producción se encuentra un 23,5% por debajo a la media de las cinco últimas campañas.

Y las estimaciones provisionales de las producciones vitivinícolas de la cosecha 2022, situaron la producción de vino y mosto en 41,07 millones de hl, un 2,5% superior a la cosecha 2021. Los avances de la campaña 2023, estiman una producción de 38,34 millones de hl, lo que supondría un descenso del 6,6% respecto a la cosecha 2022. Se incluyen los mostos concentrados convertidos a mosto natural y los mostos parcialmente fermentados. Para la conversión se ha utilizado un coeficiente de 3,5. La cifra engloba, asimismo, la producción de los pequeños productores (autoconsumo), no sujetos a la obligación de presentar declaraciones de producción.