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Ucrania mantiene su importancia agrícola y se ha convertido en el primer proveedor de cereal de España pese a los estragos de tres años de una guerra, que volteó y debilitó la alimentación mundial.

La relevancia estratégica de Ucrania para la alimentación resalta cuando se cumplen tres años -el próximo 24 de febrero-, desde el inicio de la invasión rusa que provocó una crisis inédita de precios e incluso de seguridad alimentaria global.

Es la balance que han hecho a Efeagro representantes de la presidencia polaca de la Unión Europea (UE), de los comerciantes españoles de cereales y del organismo intergubernamental Ciheam de Zaragoza.

Desde 2022, las exportaciones de cereal ucraniano a España se han triplicado, Kiev ha pedido su integración en la UE y la volatilidad mundial en los precios de grano, oleaginosas y fertilizantes ha sido constante, aunque ahora están más bajos.

"Las perturbaciones comerciales han motivado la inquietud en torno a la seguridad alimentaria mundial", según Kinga Sokolowska, asesora económica senior de la Embajada de Polonia en España, en nombre de la presidencia de la UE.

"Las consecuencias han sido importantes. Especialmente en los países en desarrollo importadores de alimentos y con problemas de seguridad alimentaria, como los del norte de África", ha señalado Raúl Compés, director del Centro Internacional de Altos Estudios Agronómicos Mediterráneo (Ciheam) de Zaragoza.

"Desde el inicio de la guerra hay una incertidumbre en los mercados que antes no existía, el sector se ha dado cuenta de que eran vulnerables", ha asegurado José Manuel Álvarez, secretario general de la patronal de comerciantes de cereales y oleaginosas Accoe.

Del lado de la UE, pese al primer momento de tensión de la oferta, hasta que se acordó el corredor del mar Negro en 2022, el suministro alimentario ha estado garantizado, aunque muchos agricultores ven a Ucrania como un competidor.

España, con déficit en cereales, se benefició de esos envíos marítimos; en tres años, las importaciones de Ucrania han crecido un 299 %, pasando de 2,57 millones de toneladas en 2021 a 10,29 millones en 2024, según datos de la Secretaría de Estado de Comercio y Accoe.

Antes de la guerra, Ucrania era el segundo proveedor de España detrás de Francia. Ahora, Brasil ha caído al cuarto puesto, detrás de EEUU.

Mercados acostumbrados, países que sufren

Sokolowska ha explicado que el abastecimiento de la UE no corre peligro, mientras Álvarez ha recordado que el primer año del conflicto fue crítico mercantilmente, pero después los mercados se acostumbraron.

Compés ha citado a Egipto, Argelia, Marruecos y Túnez entre los países más vulnerables, donde las distorsiones han obligado a modificar los sistemas de aprovisionamiento para garantizar el acceso a los alimentos básicos.

Ucrania, según Compés, ha perdido una parte significativa de su capacidad productiva y exportadora, reduciendo su oferta de cereales un 20 % y aumentando la de oleaginosas.

Óptica de la UE

En el último año de protestas agrícolas en la UE, Ucrania ha simbolizado competencia y precios bajos, sobre todo en los países limítrofes.

Sokolowska ha señalado que la entrada de Ucrania en la UE requeriría una revisión de la PAC post 2027.

"Si Ucrania ingresa en la UE desaparecerán las barreras aduaneras y los controles fronterizos. Esto conlleva importantes retos", ha explicado Sokolowska.

Ucrania también exporta aves, azúcar y productos de confitería.

"Deben tomarse medidas para que una nueva ampliación de la UE no afecte la rentabilidad del sector, provoque el despoblamiento rural o el abandono de la agricultura", ha remarcado.

Compés ha destacado que Ucrania es el tercer proveedor agrícola de la UE y que una posible paz beneficiaría a su economía y a los importadores de alimentos.