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El Consejo de la Unión Europea ha acordado este viernes imponer aranceles a todos los productos agrícolas procedentes de Rusia y Bielorrusia, así como a ciertos fertilizantes.

Una vez que los Veintisiete han pactado su posición común sobre un reglamento de aplicación directa, el Consejo de la UE debe ahora negociar el texto final con el Parlamento Europeo.

Cuando la medida entre en vigor, todas las importaciones agrícolas rusas estarán sujetas a aranceles europeos, con el objetivo de reducir los ingresos de exportación de Rusia y limitar su capacidad para financiar la guerra en Ucrania.

Los productos agrícolas afectados representan aproximadamente el 15 % de todas las importaciones agrícolas rusas en la UE en 2023. Ese mismo año, las importaciones de fertilizantes sujetos a los nuevos aranceles supusieron más del 25 % del total importado por la Unión, con un volumen de 3,6 millones de toneladas y un valor de 1.280 millones de euros.

El incremento arancelario sobre los fertilizantes se implementará gradualmente en un período de transición de tres años.

El ministro polaco de Desarrollo y Tecnología, Krzysztof Paszyk, desde la presidencia del Consejo, afirmó:
"Seguiremos de cerca la aplicación de estos aranceles para garantizar que la industria de fertilizantes y los agricultores de la UE estén protegidos, reducir las dependencias europeas, preservar la seguridad alimentaria mundial y debilitar aún más la economía de guerra de Rusia".

Los aranceles buscan reducir la dependencia de Rusia y Bielorrusia, fortalecer la producción nacional y apoyar la industria de fertilizantes europea, evitando que Moscú continúe beneficiándose económicamente de sus exportaciones.

Además, la medida facilitará la diversificación del suministro desde terceros países, asegurando precios accesibles para los agricultores europeos. También se han contemplado medidas para mitigar posibles aumentos significativos en los precios de los fertilizantes.