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La organización agraria Araga solicitará al consejero de Agricultura del Gobierno de Aragón, Modesto Lobón, que se utilicen de las líneas de modernización de infraestructuras agrarias en ayudas para los ganaderos del sector porcino para cumplir la normativa para el bienestar animal.

En una nota de prensa, Araga informa de que las ayudas les permitirían afrontar el desembolso que deberá hacerse para adaptarse al Real Decreto que regula el bienestar en estas granjas, unas 3.600 en Aragón y que suponen el 60% de la producción ganadera.

Las ayudas, según la organización agraria, servirían para "evitar importantes mermas económicas" en los ganaderos del sector porcino y "evitarían la desaparición de un buen número de explotaciones" y su consiguiente repercusión en el tejido agroalimentario aragonés.

Según un estudio de Araga, para adecuar cada explotación ganadera a las exigencias planteadas desde Bruselas, cada explotación deberá efectuar una inversión aproximada de entre 150 y 200 euros por cada cabeza de ganado.

Además, una vez adaptada y teniendo en cuenta los requisitos que obligan a aumentar el espacio necesario para la habitabilidad de cada cabeza de ganado, el ganadero se vería obligado a aumentar el tamaño de su explotación si quisiera continuar albergando el número de cabezas de ganado que poseía.

Así, la inversión de un ganadero de porcino podría alcanzar los 60.000 euros en una granja de aproximadamente 200 cabezas de ganado y una vez llevada a cabo la adecuación su rentabilidad se vería reducida en un 25 % debido a la disminución del número de cabezas de ganado originada por la pérdida de espacio.