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Un toro escapado de un encierro urbano que se celebraba en la localidad portuguesa de Vale da Mula, sembró el sábado el pánico por las calles del pueblo de Aldea del Obispo, en la provincia de Salamanca.

El momento de mayor nerviosismo se vivió cuando el toro llegó hasta la zona del caño y la ermita de Aldea del Obispo, donde estaba un grupo de jóvenes de Madrid y un padre de Bilbao con su hija menor de tres años y medio.

"Ha sido un momento de mucho miedo y rápidamente me he subido como he podido con mi hija al muro de la ermita", ha explicado a EFE el padre residente el Bilbao, que prefiere que no trascienda su nombre.

La voz de alarma la dieron dos caballistas que venían intentando neutralizar al toro, aunque no pudieron impedir que el morlaco de tres años pasara por el casco urbano de Aldea del Obispo.

Ángel Calderero, uno de los caballistas que venía con el toro, ha explicado a EFE que después de un buen rato han logrado encerrar al animal en una finca de su propiedad que tiene en Aldea del Obispo.

Otro de los momentos de pánico lo vivió un hombre que estaba cogiendo agua de una fuente, momento en el que vio venir de frente el toro, por lo que se tuvo que refugiar como pudo para evitar al animal.

El toro era uno de los cinco astados que se corrían hoy en Vale da Mula, pueblo portugués que limita con Aldea del Obispo.

Aldea del Obispo es una localidad de apenas 150 habitantes, perteneciente a la comarca de Ciudad Rodrigo.