Ferias,
Mercados y Mataderos

Alfonso García López, el único tratante de ganado que durante los últimos años y hasta la última sesión de la semana pasada llevaba puntualmente sus animales al Mercado Nacional de Ganado, considera que existen mejores lugares que Talavera Ferial para reubicar la actividad.

Por ejemplo, García López ha comentado a Efe que hay una finca llamada Pajar de Vergara, junto a la A-5, entre las carreteras de Segurilla y Mejorada, donde el mercado podría haberse trasladado para abrir una vez a la semana, "con bajo coste para el Ayuntamiento" y así permitir la presencia de animales.

Este tratante de 54 años, hijo de tratante y dedicado a la venta de vacuno, defiende que los ganaderos prefieren ver los animales que van a comprar, porque se aprecia su calidad o si están enfermos o no, y por eso opina que la compraventa por Internet "es un cuento chino".

"Las chotas no se venden por videoconferencia", sostiene García, para quien eso solo se puede hacer con clientes de máxima confianza.

En su caso, no sabe muy bien cómo afrontar el futuro porque con el cierre del Mercado Nacional de Ganado para ceder el terreno a la empresa láctea Senoble, a él le han dejado "colgado".

Hoy miércoles ha tenido lugar la primera sesión en Talavera Ferial y, por primera vez en muchos años, el tratante no ha cargado su camión sino que ha ido solo.

Si alguien quiere comprar, "le diré que venga a la finca a ver lo que tengo", ha dicho García, quien cuenta que hay otras siete u ocho personas dedicadas a lo mismo en la ciudad, pero que ya no llevaban animales al mercado.

Alfonso García tiene su finca en Aldeanueva de Barbarroya, y en los momentos de auge del mercado talaverano, cuando semanalmente se movilizaban hasta 5.000 animales, él llegó a llevar 300 cabezas para su venta, aunque últimamente solo llevaba entre 30 y 60.

"Siempre las he vendido, pues llevo ganado bueno, selecto, mientras otros han traído chatarrilla, animales de tercera división".

"El Mercado de Talavera llegó a ser el más importante de España", cuenta, y rememora que venía gente de lejos para comprar, y que el día de mercado era un día de actividad vibrante en toda la ciudad, de mucho movimiento de dinero y de gran afluencia de gente.

Él conoció los rediles improvisados entre la plaza de toros y la alameda, junto al río, así como el pabellón que se hizo donde hoy está el ferial y, por último, las instalaciones inauguradas el 1 de junio de 1994 por el rey Juan Carlos.

Así salió el Mercado del corazón de la ciudad y se instaló junto a la autovía, en un espacio de más de 173.000 metros cuadrados, con capacidad para recibir hasta 7.500 cabezas de ganado.

"El mercado funcionaba bien, la ciudad era conocida por su cerámica y su mercado de ganado", ha narrado García, que considera que las restricciones aplicadas por la normativa europea debido a las enfermedades de las "vacas locas" y la "lengua azul", fueron "el remate", pues Talavera cerró las puertas del recinto cuatro años, entre 2005 y 2008 inclusive, mientras otros mercados del país no lo hicieron.

El origen del Mercado Nacional de Ganado de Talavera, según ha explicado a Efe el archivero municipal, Rafael Gómez, se encuentra en un documento firmado en 1294 por el Rey Sancho IV, en el que daba privilegio a la ciudad para celebrar una semana antes y una semana después de San Andrés, el 30 de noviembre, una feria franca de venta, principalmente, de cerdos.