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Los trabajadores del campo carecen de la protección laboral que existe en otros sectores como la industria, a pesar de que la agricultura es una de las actividades más peligrosas, han denunciado hoy en Roma los sindicatos.

La subsecretaria general de la Unión internacional de asociaciones de trabajadores de la alimentación (UIF), Sue Longley, ha apuntado que la industria alimentaria entraña más riesgos de los que se ven.

Según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), hasta 170.000 empleados del campo fallecen cada año, lo que representa casi la mitad de todos los accidentes laborales.

Longley ha criticado que "los empleados agrícolas no disfrutan de la misma protección laboral que en la industria" y que a muchos se les niega el ejercicio de sus derechos fundamentales, como el de libertad de asociación.

Además denunció la falta de inspecciones y normas, así como las malas condiciones laborales y los continuos casos de violencia contra las mujeres.

La UIF, que representa a 421 sindicatos en 127 países, colabora con algunas de las mayores multinacionales del mundo, que "fijan los estándares de producción al resto de empresas" en un mercado tan concentrado como el agroalimentario.

La dirigente de la organización, que también representa a empleados de hoteles, restaurantes e industria tabaquera, ha pedido que "se escuche su voz y se reconozca su representación".

La agricultura emplea a más de 1.000 millones de personas en el mundo, casi un tercio de la mano de obra global, y aunque su proporción está en baja, todavía es una importante fuente de trabajo en los países pobres.