La cosecha de cereal en Castilla y León ha empezado peor de lo que se esperaba como se ha comprobado cuando han entrado las primeras máquinas cosechadoras en los campos, con rendimientos seis veces inferiores a un año normal, según la Alianza UPA-COAG.
Las máquinas han empezado a hacer su labor en las parcelas de secano del sur de la comunidad autónoma pero en muchas no han entrado y se quedan sin cosechar ante rendimientos que apenas llegan a los 400 kilos por hectárea.
Este rendimiento es seis veces inferior a lo que se recoge en un año considerado normal y las estimaciones de UPA-COAG apuntan que las pérdidas se situarán en una franja entre los 1.000 y los 1.300 millones de euros.
Por ello, la organización agraria ha anunciado en un comunicado que mañana pedirá al presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, que la comunidad autónoma ponga en marcha medidas excepcionales, como un plan de rescate del sector.
Para la Alianza UPA-COAG, la sequía que sufre Castilla y León ni tiene precedentes en los últimos años, por lo que ha reclamado un plan de rescate que incluya medidas legislativas, fiscales, créditos y ayudas directas.
La ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, reconoció ayer en Valladolid que Castilla y León es donde la sequía es más acusada y la disposición de arbitrar medidas fiscales, algunas ya aprobadas, pero sin poner en riesgo la política de seguros agrarios.