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La Unión de Campesinos de Ávila ha denunciado hoy el ataque de una bandada de cerca de 200 buitres contra una vaca que estaba de parto y su cría, a las que han devorado en un paraje del municipio abulense de San Juan de la Nava.

Según la información aportada por la organización profesional agraria, el ataque se produjo en la mañana de ayer, cuando el propietario de la res comprobó que una de sus vacas estaba de parto en el paraje de Navallanas, en la Sierra de la Paramera abulense.

El ganadero regresó una hora y media más tarde, para ver cómo se desarrollaba el parto, pero vio que una "inmensa banda de buitres" se estaba comiendo "los ojos, nalgas y vientre de la madre", así como "casi toda la cría".

La vaca, "cansada por el esfuerzo del parto, no pudo evitar que la devorasen viva", al igual que a su hijo, "a punto de nacer", según ha detallado esta organización agraria.

UCCL ha indicado que la res, de raza avileña negra ibérica y tres años de edad, había sido adquirida recientemente, por lo que las pérdidas económicas, en este sentido, han ascendido a 1.000 euros.

Se da la circunstancia, sin embargo, de que el ganadero no cuenta con seguro, por lo que "no recibirá compensación" alguna.

Por ello, UCCL-Jóvenes Agricultores ha recordado sus reivindicaciones para que la Junta considere estos daños como "patrimoniales" e indemnice al ganadero "sin necesidad de que éste tenga que acudir a empresas privadas".

También esta organización ha exigido al Gobierno autonómico que se ponga en marcha la designación de las zonas remotas que establece el decreto de 2010.

Mediante este decreto, se establecen los criterios para definir zonas remotas, a efectos de eliminación de ciertos subproductos animales no destinados al consumo humano y que se generan en las explotaciones ganaderas.

UCCL-Jóvenes Agricultores ha defendido, en este sentido, que se permita dejar determinados cadáveres para alimentación de los buitres e, incluso, establecer comederos en lugares concretos.