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Las altas temperaturas de los últimos días de mayo "han dado al traste definitivamente con la posibilidad de obtener una buena cosecha de cereal en Castilla y León", que se quedará en unos cinco millones toneladas de cereales de invierno, según las organizaciones agrarias UPA y COAG.

"El bochorno en forma de altas temperaturas, que incluso han superado los 30 grados, ha provocado un empeoramiento en el estado del cereal, ya que el fortísimo calor no le ha permitido granar en las condiciones adecuadas", han destacado hoy en un comunicado.

UPA y COAG, que en Castilla y León integran la Alianza por la Unidad del Campo, han advertido de que "finalmente la cosecha, especialmente de cebada, será mediocre y que en su conjunto apenas llegará a los cinco millones de toneladas" en la Comunidad.

Las zonas más afectas son la parte sur de Palencia y de Valladolid, el oeste de Segovia y toda la provincia de Ávila y de Zamora, a juicio de ambas organizaciones.

"Incluso en las provincias más tardías como Soria y Burgos ya se está viendo resentido el estado del cereal y, por lo tanto, la calidad del grano, por lo que no se darán ni por asomo los grandes rendimientos que se preveían hace apenas un mes", han lamentado.

Las estimaciones de la Alianza por la Unidad del Campo son de unas 2.400.000 toneladas de trigo, 2.150.000 de cebada, 220.000 de avena y 190.000 centeno, es decir, unas 4.960.000 en total.

"Se trata de una cantidad inferior a la previsión realizada hace una semana por la Alianza y, por supuesto, sobre la publicada desde la Consejería de Agricultura, que llegaba hasta los 6 millones de toneladas", han subrayado.

Castilla y León cultiva cerca de dos millones de hectáreas de cereales de invierno, la mitad de ellas de cebada y el resto de trigo en su mayor parte.