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La Asociación Española de Rehalas Regionales (Arrecal) ha advertido que el proyecto de Ley de Bienestar Animal contempla sanciones desproporcionadas, convirtiéndolo en una amenaza para el mundo rural y el sector cinegético, a pesar de las modificaciones introducidas durante su tramitación. En un comunicado, Arrecal consideró que el texto en proceso sigue planteando "graves problemas para el futuro de la caza y el mundo rural" debido a que incluye "doctrinas de bienestar animal sesgadas e insostenibles científicamente" en la actual legislación nacional.

Según la organización, las sanciones incluidas son "absolutamente desproporcionadas", ya que algunas infracciones llegan hasta 200.000 euros, y utilizaron como ejemplo que las infracciones más graves en las normas de tráfico son hasta 20.000 euros. Esta multa podría aplicarse, por ejemplo, en el caso de un atropello con fuga y muerte de un "gato comunitario", una nueva definición de lo que antes era un gato callejero, lo que podría llevar al absurdo de que sea más grave financieramente atropellar a un gato que a un niño, argumentó Arrecal.

Otro aspecto de la ley que preocupa más a la asociación es el exceso de poder en manos de las llamadas entidades protectoras de animales, un término que se refiere a organizaciones claramente en contra de cualquier cosa relacionada con la caza, la ganadería o la biodiversidad, y excluiría a los colegios de veterinarios o las federaciones cinegéticas de ser consideradas como entidades protectoras de animales, por ejemplo.

En este sentido, Arrecal señaló que si la ley avanza en sus términos actuales, estas organizaciones serán competentes en acciones de protección animal y especialmente en la promoción de valores que respeten los derechos de los animales. "Todo sin base científica o técnica, y dado su historial, indica que aprovecharán para adoctrinar desde un bienestar animal radical", criticó Arrecal, agregando que "también serán transmisores de información oficial en instrumentos para el control y seguimiento de la protección y bienestar animal, dándoles una mano libre para hacer oficial información falsa, sesgada o interesada, como la difusión del engaño de los 50.000 galgos abandonados".