La organización agraria Unión de Uniones ve "inasumible" para las medianas y pequeñas granjas de aves y de cerdos la directiva de emisiones industriales, cuya revisión fue aprobada ayer en el Parlamento europeo.

Desde esta organización creen que este sector ganadero se enfrenta a "una pila de burocracia" que hará "estar más en oficina que en granja", según un comunicado.

Además de ese incremento en la carga burocrática, la directiva traerá aparejada mayores costes de gestión y niveles de inspección a las granjas pequeñas por lo que las exigencias "pasarán a ser inasumibles para este rango".

Asimismo, la organización ha advertido que rebajar los umbrales apenas conllevará una mejora, "al ampliar muy poco el censo cubierto, mientras que el coste social y económico tendrá un gran impacto negativo, al afectar a un elevado número de granjas de tamaño pequeño o mediano".

Ha recordado que estas nuevas exigencias se suman a las normativas de bienestar, ambientales o sanitarias que están obligando a reducir el censo de las granjas o la implantación de mejores técnicas disponibles, entre otras.

Asaja desconfía de las promesas de la UE tras últimos cambios en emisiones industriales-.

La organización agraria Asaja ha asegurado este miércoles que las promesas de la Unión Europea para el sector han vuelto a quedar "en papel mojado" tras la aprobación de la directiva de emisiones industriales por parte de la Eurocámara.

La votación del Parlamento Europeo, que ha optado por no enmendar el texto sobre dicha directiva, ha enviado "una señal clara y desalanetadora a los sectores productores tradicionales de Europa, incluyendo a agricultores y ganadero", ha destacado Asaja.

El resultado es "profundamente decepcionante para Asaja y miles de explotaciones familiares de porcino y aves de corral que enfrentan ahora una regulación injusta e insensible", según un comunicado.

La Comisión Europea ha prometido una revisión en 2026 que dividirá la directiva en dos instrumentos legislativos diferentes, uno para la agricultura y otro para la industria, algo que debía haberse considerado desde el principio, en opinión de la organización agraria.

Asaja ha exigido que Bruselas y los Estados miembros asuman su responsabilidad y "proporcionen una aplicación y financiación estructuradas de las disposiciones necesarias para apoyar a las explotaciones".

La normativa aprobada constituye el principal instrumento de la Unión Europea para regular la contaminación de instalaciones industriales y agroindustriales con sustancias como óxidos de nitrógeno, amoniaco, mercurio, metano y dióxido de carbono, que deberán obtener permisos de emisión de los Estados miembros, siembre que cumplan con los requisitos exigidos.