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La Indicación Geográfica Protegida (IGP) Ternera Gallega realizó un total de 3.337 análisis de ADN durante el pasado año en salas de despiece y puntos de venta para garantizar la trazabilidad de la carne amparada por la marca de calidad, cuyo cumplimiento es casi del 100% en cuanto al origen de las canales.

El presidente de la denominación, Jesús González, ha informado de estos datos a EFE después de que, hace unos días, la IGP confirmase que la marca comercial que resultó de su colaboración con la asociación de criadores de raza rubia gallega -Acruga-, 'Ternera Gallega Suprema-Carne de Rubia Gallega', ha vendido en su primer año casi un millón de kilos de carne, con 4.454 canales certificadas.

Durante el pasado año, Ternera Gallega tomó muestras de todos y cada uno de los animales que fueron sacrificados al amparo de la IGP, en total 79.875 canales, para realizar posteriormente controles en puntos de venta y salas de despiece que permitieron garantizar con total fiabilidad la procedencia de la carne que llegó finalmente a los consumidores.

La existencia de ese "banco de muestras", explica Jesús González, permite al personal del consejo regulador, que a su vez está sometido a auditorías externas que garantizan el cumplimiento de la normativa europea en vigor, realizar controles precisos, aleatorios o bien provocados por sospechas o quejas concretas, en salas de despiece y puntos de venta.

Al disponer de una muestra previa de ADN de cada una de las canales sacrificadas, se puede cotejar en un análisis con la obtenida en los puntos de venta, de forma que se consigue "una prueba definitiva" que garantiza que la carne procede de un animal concreto y permite "descartar la más mínima sospecha" sobre la trazabilidad del producto.

Se trata, según el presidente del consejo regulador, de un sistema que obliga a las operadoras a ser especialmente "rigurosas" en todo el proceso, como lo demuestra el hecho de que el cumplimiento de la trazabilidad de la "canal al filete" es ya superior al 90 % y no ha dejado de mejorar en los últimos años, desde que se estableció el sistema de control y seguimiento de la trazabilidad por ADN.

Es un porcentaje muy alto, argumenta, dado que se trata de un producto que pasa antes de llegar al punto de venta por un proceso de "despiece y fileteado" en el que la carne que llega al consumidor debe coincidir con la canal y el ternero de la que procede.

Ese porcentaje es todavía superior en lo que se refiere a la trazabilidad que garantiza que toda la carne que se comercializa al amparo de la marca de calidad es realmente Ternera Gallega, porque en ese caso es prácticamente del 100 %.

De hecho, el presidente de Ternera Gallega reconoció que las "irregularidades" o casos de "mala fe" en el cumplimiento de trazabilidad "son contados", aunque de producirse llevan asociada la correspondiente denuncia y posterior sanción.

Por otra parte, el responsable del órgano rector también explicó que los controles de ADN son una garantía más dentro de todo el programa de control, más amplio, que desarrolla Ternera Gallega para garantizar la trazabilidad de la carne que se comercializa al amparo de su marca.

Así, además de los controles que se realizan desde el punto de vista documental, en lo que se refiere a las actas, albaranes y facturas de compraventa, el consejo regulador efectuó el pasado año un total de 20.757 inspecciones, tomó 3.066 muestras de los terneros, alimentos y canales en fábricas de pienso, explotaciones e industrias cárnicas, y realizó 5.105 análisis.