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El presidente del Consejo Europeo de Jóvenes Agricultores (CEJA), Alan Jagoe, reclama una reforma de la Política Agrícola Común (PAC) con más ayudas al relevo generacional, y "más atención" de los Gobiernos, por considerar que a veces amparan más los veteranos.
Jagoe afirma, en una entrevista con Efeagro, que aunque la PAC actual ha supuesto "avances" y medidas que han animado a los jóvenes a entrar en el sector éstos "son insuficientes" y la orientación de las subvenciones, en general, debe cambiar.
En la actualidad, los jóvenes -menores de 40 años- que empiezan su carrera en este ámbito perciben apoyos adicionales, como "complementos" a los pagos básicos (de hasta el 25 %) durante los primeros cinco años desde que se instalan.
Aunque esa medida es un "buen comienzo" y ha dado resultados, según el irlandés Jagoe la Unión Europea (UE) debe favorecer más a los productores "activos".
A su juicio, el sistema actual de subvenciones basado en pagos por hectárea provoca que, en muchas ocasiones, las ayudas lleguen a propietarios de explotaciones que "hacen muy poco, lo mínimo", para cobrarlas.
Asimismo, señala que los productores de menor edad de España y otros países perciben que sus respectivos ministerios de Agricultura no les respaldan lo suficiente y que "asesoran más a los veteranos".
"Deberán escuchar más a las nuevas generaciones, son los futuros productores de los alimentos que darán de comer al mundo; son innovadores y tienen ideas fantásticas", afirma.
Según el CEJA, un 7 % de los agricultores de la UE tiene menos de 35 años; un 33 %, más de 65 años; y un 50 % ha cumplido ya 55, con datos de 2010.
En España, un 5,3 % tiene menos de 35 años y Polonia es el país con más proporción de jóvenes agricultores (14 %).
Entre los ejemplos positivos de colaboración entre Gobierno y jóvenes agricultores destaca Finlandia; y entre los que menos les atienden, cita el Reino Unido.
Aunque reconoce que la crisis agrícola de la UE no tiene precedentes y afecta a todas las producciones -como el lácteo, porcino u hortofrutícola-, confía en que acabe y muestra cierto optimismo, precisamente por el número de solicitudes de jóvenes para entrar en el sector.
Entre los problemas que afectan a este colectivo, apunta los precios de la tierra, que en España se suman a la dificultad para adquirir terrenos aptos para regadío; por ello, el CEJA anima a otras vías como el arrendamiento o las "asociaciones con veteranos".
Otra dificultad es el acceso al crédito y a la liquidez para sacar adelante la explotación.
Respecto a la vuelta al campo motivada por la crisis económica, reconoce que se ha visto en Irlanda, Grecia, España o Portugal, pero insiste en que para que los jóvenes se queden en la agricultura o la ganadería "hace falta una economía rural saneada".
Alude, además, a la alternativa de la producción ecológica, con adeptos en países donde esos alimentos tienen más demanda, como Alemania o Austria.
En relación a las mujeres, aboga por desechar el estereotipo de que el campo es para hombres: "Las productoras que conozco tienen más éxito que mis colegas masculinos", asegura.
Mercedes Salas