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La innovación y la sostenibilidad son pilares esenciales para asegurar el futuro agrícola de la Unión Europea (UE), que aporta fondos a proyectos en los que el agricultor o ganadero busca dar un salto en términos de calidad y eficiencia productiva y medioambiental que además mejore sus producciones.

En una visita a tres explotaciones de Letonia, Alemania y Grecia, Efeagro ha comprobado que el sector agroalimentario confía su devenir en la producción de bienes de consumo que favorecen el desarrollo rural, el empleo, el medio ambiente y la calidad de los productos.

A 160 kilómetros al suroeste de Riga (Letonia), en el pequeño municipio de Nigrande, el joven Krists Eberlins decidió hace un lustro coger el testigo del negocio apícola que tenía su familia para darle un nuevo impulso desde el ámbito local al internacional, con exportaciones que ya llegan a Polonia, Finlandia, Alemania y España.

Eberlins explica que vio oportuno seguir dedicándose a la producción de miel, polen y pan de miel aunque eso supusiese dejar a un lado sus aspiraciones en el área para la que se formó, las Artes audiovisuales.

Su empresa recibió en 2011 fondos de la Unión Europea que le han permitido modernizar las instalaciones hasta el punto de que ya hoy en día gestiona 350 colonias que producen cerca de nueve toneladas de miel al año.

En el municipio alemán de Bad Kösen (estado federado Saxony-Anhalt), situado a 230 kilómetros al suroeste de Berlín, la UE tiene uno de los más interesantes proyectos Life que desarrolla en Alemania y que consiste en la producción de vinos ecológicos actuando en diversas áreas de la sostenibilidad medioambiental y de adaptación al cambio climático, "Life VinEcoS".

Su coordinador técnico, Jörn Freyer, detalla que este proyecto cuenta con un presupuesto de 1,47 millones de euros (60 % cofinanciado por la Unión Europea) y pretende reducir la erosión del suelo un 50 % respecto a los niveles actuales, un -10 % las operaciones hechas con maquinaria mientras que prevé incrementos del 50 % en las especies de fauna y flora alrededor de la zona de viñedo.

Explica que los estudios que están realizando se prolongarán hasta 2020 y su objetivo es implementar nuevas técnicas de producción y medidas de cultivo; el uso de semillas y plantas multifuncionales que mejoren el control de la erosión de los suelos de los viñedos y la biodiversidad o incluso el uso de rebaños de ovejas para labores de pastoreo y limpieza de suelos más efectivas en la prevención de infecciones en las uvas.

A 300 kilómetros al oeste de Atenas, en plena península del Peloponeso y en un entorno rural, la empresa "Alfeios Rodi" es el claro ejemplo de que la unión hace la fuerza.

En plena crisis griega, un grupo de 59 personas decidió allá por 2011 emprender en el cultivo del granado y la elaboración de zumo de granada 100 % natural, rompiendo para ello con el cultivo propio de la zona: el olivo.

Los fondos de la UE -recibieron cerca de 230.000 euros de los Programas de Desarrollo Rural- les permitieron instalar una línea de producción totalmente automatizada para la obtención de este zumo que ya tiene preparado el salto para llegar a más puntos de Europa y Norteamérica y multiplicar exponencialmente sus puntos de venta, según los datos de su director general, Paraskevas Paraskevopoulos.

Actualmente tienen un canal de distribución con 1.100 puntos de venta pero sus previsiones pasan por conseguir 12.000 puntos sólo en Grecia en el período 2017-2020 -lo cual será posible gracias al incremento del área de cultivo- además de lanzar nuevos productos próximamente, entre ellos, cuatro nuevos sabores de zumo o crema de vinagre balsámico con granada.

Tres ejemplos de innovación y apuesta por el desarrollo rural y medioambiental en diferentes rincones del territorio comunitario que se sirven de los fondos de la Unión Europea, un aliado esencial.

Juan Javier Ríos