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El pleno de la Diputación de Guadalajara ha dado el visto bueno hoy a la adjudicación del aprovechamiento de pastos para ganado ovino en el monte Dehesa de Solanillos, propiedad de la institución provincial, una de las zonas arrasadas en el incendio de 2005.

De esta forma, las ovejas volverán a pastar en unas tierras que fueron devastadas por el trágico incendio de los Pinares del Ducado, en julio de 2005, que afectó a unas 13.000 hectáreas de pinar, y en el que murieron once miembros de un retén.

La ganadera de Riba de Saelices Fátiha Nazih será la encargada de aprovechar el pasto de 1.249 hectáreas de la Dehesa de Solanillos, en el término municipal de Mazarete, durante los próximos cinco años para ganado lanar, pudiendo además hacer uso de una nave de ovejas localizada en la misma finca y también propiedad de la Diputación de Guadalajara.

La diputada de Agricultura y Medio Ambiente, Lucía Enjuto, ha subrayado la importancia de este tipo de iniciativas, con las que desde la Diputación de Guadalajara se pretende "fomentar el empleo y fijar población en el medio rural, y contribuir también con ello a la conservación del medio ambiente".

Enjuto ha mostrado su confianza en que la actividad ganadera vuelva a la Dehesa de Solanillos "lo antes posible", aunque en ese sentido recuerda que tendrán que pasar diez años desde el incendio para que el ganado vacuno pueda volver a pastar en estas tierras.

Al procedimiento abierto convocado por la Diputación para la enajenación del aprovechamiento para ganado lanar han concurrido dos ganaderos, siendo la mejor oferta la presentada por la titular de Riba de Saelices, que se ocupará de la explotación por 1.050 euros el primer año.