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El secretario general de Unións Agrarias (UU.AA.), Roberto García, ha denunciado hoy que siguen entrando cisternas de leche líquida procedentes de Francia a un precio sensiblemente inferior al que perciben los ganaderos franceses, lo que provoca una caída de la cotización de la materia prima en el mercado nacional.

"Nosotros tenemos pruebas fehacientes de la entrada de cisternas de leche entera que, habiendo en Francia un precio medio de 32 céntimos de euros, fueron puestas en el País Vasco a 25,6 céntimos, incluido el transporte", dijo el secretario general de UU.AA. en declaraciones a EFE.

Roberto García afirmó que el Gobierno "tiene conocimiento oficial de todas y cada una de las cisternas que están entrando, del precio al que están entrando y de a dónde van destinadas", por lo que "debería poner encima de la mesa esa información" y "actuar en consecuencia".

Según el dirigente sindical, esas prácticas están provocando "unos daños graves al sector lácteo español y, de forma muy concreta, al gallego, porque es cierto que esta situación se paga con más dramatismo en Galicia, dado que está aquí la mitad de los ganaderos del Estado".

En esta época del año se concentra un volumen importante de esas entradas de leche líquida, porque hay "un excedente mayor en Francia" y "más este año", explicó García, dado que en el país vecino hubo un "incremento de producción brutal, de casi un 5%", en relación con el ejercicio anterior.

Para García, el problema no es la leche que llega de otros países al mercado nacional, porque España es un país deficitario y cada año "entran de fuera unas 400.000 toneladas de leche líquida".

"El problema no es que entre leche", insistió el dirigente sindical, ni "siquiera el precio al que entre", porque es comprensible que "si la industria española necesita leche y puede comprarla a 0,25 no la compre a 0,30 euros".

"Lo que distorsiona el mercado es que un porcentaje tan exiguo de la materia prima que se envasa en España, que apenas representa el 5 % de lo que se consume", le "marque el precio al otro 95 %".

"Nosotros entendemos que ese 5 %, que es un mercado residual, entre lo más barato posible, porque es bueno para la industria y nosotros nunca nos opondremos a eso, pero lo que no comprendemos es que esa leche de saldo sea la que le ponga precio al resto de la leche española", insistió.

En ese sentido, recordó que "es difícil de explicar que, en una situación de libre mercado", cuando España es un país deficitario en producción láctea, los ganaderos gallegos cobren tres céntimos menos de media que en Francia o Alemania.