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El presidente estadounidense Barack Obama afirmó hoy que la mitad de la cosecha de maíz de EEUU está "en mala o muy mala situación" a consecuencia de la "mayor sequía" en los últimos 50 años y llamó a la acción al Congreso.

"La mitad de la cosecha de maíz está en mala o muy mala situación. Los granjeros están luchando para alimentar a sus animales. Mucha gente está viendo cómo su modo de vida se seca ante sus propios ojos", explicó Obama en su habitual discurso radiofónico de los sábados.

"Si no conseguimos alivio rápido, todos los estadounidense empezarán a sentir los efectos de esta sequía, con mayores precios en los mercados de todo el país", agregó.

El presidente destacó que "más de la mitad del país está experimentando lo que conocemos como sequía extrema", y señaló que los peores efectos los están sufriendo estados como Nebraska, Kansas, Misuri, Oklahoma y Arkansas.

Obama destacó que el gobierno federal ya ha tomado medidas para paliar los efectos, como préstamos de emergencia a bajo interés, apertura de terrenos federales para pastoreo, y trabaja con las aseguradoras para otorgar un periodo de gracia a los granjeros y agricultores con problemas en sus pagos.

Asimismo, recordó que esta semana había desbloqueado 30 millones de dólares en fondos federales para el Departamento de Agricultura para ayudar a los agricultores y ganaderos en problemas.

"Necesitamos una respuesta de todos", subrayó.

Por ello, instó al Congreso, que actualmente se encuentra en receso, a que apruebe una ley de apoyo a los agricultores por valor de 500.000 millones de dólares durante los próximos cinco años.

"Esta ley ayuda a los granjeros y agricultores a responder a este tipo de desastres naturales y les ofrece la certidumbre que necesitan", agregó Obama.

El pasado 18 de julio, el secretario de Agricultura de Estados Unidos, Tom Vilsack, alertó de que un 78 % de la cosecha del maíz esta siendo afectada así como el 77 % de la de soja y advirtió que eso "se traducirá en un aumento significativo de los precios".

Según Vilsack uno de cada 12 empleos en los EE.UU. esta ligado de alguna forma a la agricultura.