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El sindicato Unións Agrarias (UU.AA.) ha convocado una concentración de protesta para mañana ante la fábrica que la marca Larsa -integrada en la Corporación Alimentaria Peñasanta (Capsa)- tiene en la localidad lucense de Outeiro de Rei, por presionar a los ganaderos para provocar una bajada en los precios de la leche.

Según informó la propia organización agraria en un comunicado, se trata de una medida de protesta contra "las presiones" a los ganaderos ejercidas por parte de Larsa para que "acepten un contrato fraudulento que está provocando bajadas en los precios de la leche".

En declaraciones a EFE, el secretario general de UU.AA., Roberto García, aclaró que "Larsa tenía firmado un contrato que indexaba los precios al índice de referencia que publicaba la Inlac", pero de forma "unilateral" ha tomado la decisión de "incumplir ese contrato" y propone "una bajada para los próximos seis meses".

A su juicio, se trata de una forma de presionar a sus proveedores para que acepten esas condiciones a la baja con la amenaza latente de no recogerles la leche.

García dijo que "hay una parte que le impone a la otra su dinámica, con independencia de la evolución normal del mercado", por lo que no existe "mayor prueba de la posición de dominio" que "la que está haciendo ahora la industria láctea, en general, y Larsa, de forma particular".

"Si la Xunta y el Ministerio de Agricultura dicen que los costes de producción del litro de leche se encarecieron a causa de la sequía, en cuatro céntimos, y la industria está anunciando una bajada de dos, eso quiere decir que la economía de mercado no funciona en este sector", explicó García.

En la misma línea, denunció que hay "actuaciones concretas de empresas que son una provocación", porque "Central Lechera Asturiana plantea una bajada de precio en Galicia, que dejaría el precio base en torno a 29 céntimos de euros, mientras que a sus ganaderos en Asturias se lo sigue manteniendo por encima de los 35".

El líder sindical subraya que "esa situación no se puede permitir", porque "no se sustenta en el mercado" y esas decisiones por parte de una empresa pueden provocar que se sumen otras, de forma que se producirá "una bajada artificial" del precio de la leche en origen.