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Una alta responsable de la Autoridad Europea para la Seguridad Alimentaria (EFSA), Diana Banati, ha dimitido hoy de su puesto para dirigir el "lobby" mundial de la industria agroalimentaria ILSI, una decisión que ha reabierto la controversia sobre la independencia del citado organismo europeo.

Banati ha dejado su puesto como presidenta del Consejo de Administración de la EFSA a petición del propio organismo y "con efecto inmediato", para asumir una "posición profesional en el International Life Sciences Institute (ILSI), ya que este cargo no es compatible con su función en la Autoridad Europea, según anunció ésta en un comunicado.

La EFSA ha señalado que su código de conducta obliga a todos los miembros del consejo de dirección a no asumir funciones "que puedan generar dudas sobre su independencia" o sobre "potenciales conflictos de intereses".

La Autoridad Europea para la Seguridad Alimentaria es el organismo científico independiente encargado de evaluar los expedientes para nuevos permisos de OGM en la UE y de asesorar a la Comisión Europea (CE), aunque no decide sobre esos permisos.

El ILSI, por su parte, se define en su página web como "una organización mundial sin ánimo de lucro cuya misión es ofrecer datos científicos que mejoren la salud pública y el bienestar".

Esta asociación agrupa a unas 400 empresas de la industria agroalimentaria y de restauración, entre ellas las compañías productoras de transgénicos para la agricultura Monsanto, BASF y Syngenta.

Varias organizaciones europeas han denunciado la decisión Banati al considerar que pone en cuestión la independencia de la EFSA, en línea con las críticas hechas anteriormente por algunos eurodiputados.

Para la plataforma Corporate Europe Observatory (CEO), la dimisión de Banati constituye "un nuevo caso de 'puertas giratorias'" en el seno de la Autoridad Europea para la Seguridad Alimentaria.

"Es totalmente inaceptable que Banati pueda cambiar una posición tan importante en la autoridad reguladora por un cargo como 'lobbista', ha afirmado en un comunicado la portavoz de la plataforma, Nina Holland, quien añadió que este hecho "revela problemas fundamentales en la forma en que se ha constituido la EFSA".

Asimismo, la organización no gubernamental Test Biotech ha señalado el "fallo drástico" de todos los mecanismos de control interno de la agencia europea.

"La industria tiene demasiada influencia en el consejo de dirección de la EFSA", subraya en un comunicado el portavoz de la organización, Christoph Then.

El Parlamento Europeo tiene previsto votar mañana en sesión plenaria el presupuesto de la EFSA, aunque algunos eurodiputados han reclamado posponer esta decisión debido a los conflictos de intereses.

Así lo solicita el informe elaborado por la eurodiputada liberal rumana Mónica Macovei y aceptado por la comisión de Presupuesto del PE, en el que se señala en concreto a ILSI como grupo de presión del sector.

Este informe fue originado por anteriores casos de "puertas giratorias", entre ellos el de la directora del departamento de la EFSA para transgénicos, Suzy Renckens, quien asumió un cargo como "lobbista" en Syngenta.