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La industria láctea en España enfrenta una situación "grave" debido a la crisis de costos, según el director general de la Federación Nacional de Industrias Lácteas (Fenil), Luis Calabozo. La subida del precio de la leche en origen ha aumentado un 62% en el último año, mientras que el precio de venta al público solo ha subido un 30%. La leche es el 80% de los costos de la industria, además de subidas en energía, gas y envases, y nueva legislación que conlleva "mayores costos". La industria está compuesta en su mayoría por pequeñas y medianas empresas, muchas de las cuales no pueden asumir este margen financiero y han reducido o detenido temporalmente su producción.

Calabozo afirma que la reformada Ley de la Cadena no está logrando repartir los costos efectivos entre todos los eslabones de la cadena y que el mercado arrolla a la ley. En la actualidad, la producción nacional de leche ha disminuido por primera vez en décadas, aunque no de manera significativa. La industria láctea española ha optado por asegurar el abastecimiento a sus clientes, y aunque la distribución importa productos lácteos, la industria prácticamente produce todo con leche española, desmintiendo la idea de que España es deficitaria en leche.

Calabozo cree que 2023 será "al menos" tan difícil como 2022 y que nada hace prever que será mejor, e incluso hay la idea de que puede ser más difícil para la industria. La situación sería "muy parecida" incluso sin conflicto bélico en Ucrania, ya que el encarecimiento de los costos de producción se debe a factores previos a la guerra. Calabozo lamenta la erosión del margen comercial y financiero de las industrias y la aplicación de un impuesto al plástico en España, mientras que otros países como Italia lo han aplazado debido al contexto actual. Sin embargo, cree que la ley podría funcionar cuando el mercado recupere su actividad "clásica".

De hecho, el 40 % de la industria está en pueblos de menos de 2.000 habitantes y el 70 % en núcleos con menos de 10.000 habitantes. "Esto quiere decir que, en muchos lugares, la fábrica láctea es el único centro de actividad industrial" que aporta "empleo tecnificado, estable y de alto valor". Calabozo está también orgulloso del trabajo que han hecho las lácteas para reducir la cantidad de azúcar añadido en 13 categorías de productos y más de 300 referencias, en virtud de un acuerdo que firmó la industria alimentaria con el Ministerio de Consumo. Nueve categorías son de productos básicos y han conseguido reducir un 19 % la cantidad de azúcar, frente al 10 % acordado, mientras que las cuatro restantes son de alimentos de indulgencia en las que se ha reducido un 8 % la cantidad de azúcar frente al 5 % convenido.