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La Unió ha estimado que los productores de la Comunitat Valenciana de carne de conejo de una explotación media han perdido ya este año unos 15.000 euros como consecuencia de los bajos precios percibidos y por ello ha reclamado una serie de ayudas económicas y fiscales al Ministerio de Agricultura.

Según la organización agraria, estas pérdidas salen de una explotación tipo de unas 600 conejas que producen de media unos 29.400 kilos de conejo en vivo al año.

Durante 2015 el coste medio de producción en una granja fue de 1,80 euros por kilo, según el Ministerio de Agricultura, y el precio medio en lonjas de 1,53 euros por kilo.

Esta situación de asfixia económica en la que se encuentra el sector ha sido expuesta por el responsable cunícola de La Unió, Arturo Zaragozá, junto a otros miembros de la sectorial de la Unión de Uniones, en una reunión mantenida en Madrid con el director general de Producciones y Mercados Agrarios del ministerio de Agricultura, Fernando Miranda.

Los representantes de los ganaderos han reclamado al alto cargo del ministerio de Agricultura medidas urgentes para evitar esta grave situación por la que atraviesan las explotaciones con graves problemas de financiación.

La Unió ha pedido a Fernando Miranda que defienda ante los ministerios correspondientes la aplicación de una exención para las explotaciones cunícolas en el pago de las cuotas de la Seguridad Social para 2015, la adecuación del IRPF a los ingresos reales obtenidos, agilizar la devolución del IVA, y otras medidas de financiación, entre las que debería estar la concesión de ayudas de mínimos.

La Unió también ha planteado al director general de Producciones y Mercados Agrarios la necesidad de tutelar el funcionamiento de las lonjas, así como hacer un seguimiento de la presunta relación que tiene la gran distribución en el precio que reflejan.

La organización también ha alertado al Ministerio sobre los presuntos incumplimientos que realizan las grandes cadenas de distribución en la oferta de venta de conejo fresco entero pues incurren muchas veces en una venta a pérdidas prohibida por la ley de ordenación del comercio minorista.