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El Gobierno de Extremadura está abierto a buscar "toda clase de alianzas" con otras comunidades, como Andalucía, para que la categoría de "rejilla" no se incluya en la norma de calidad del cerdo ibérico, aunque advierte de que, si finalmente se recoge, no tendrá más remedio que cumplir con la norma.

El consejero de Agricultura, Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Energía, José Antonio Echávarri, ha comparecido hoy ante los medios para trasladar la postura del Ejecutivo extremeño sobre este asunto después de que el martes analizara con el sector porcino el borrador de la norma.

Echávarri ha indicado que la posición de la Junta "sigue siendo la misma", es decir, que la norma recoja solamente dos categorías: la de cerdo ibérico de bellota y la de cerdo ibérico de cebo, ya que, según su artículo 1, se busca establecer unos parámetros de calidad.

"El producto del cerdo ibérico ha de estar ligado a la dehesa, al campo", por lo que "nunca" se puede considerar como un producto de calidad un animal que se cría en "una jaula de dos metros cuadrados", ha advertido.

De este modo, ha anunciado la intención de seguir defendiendo el Acuerdo Estratégico que selló la Junta con el sector del cerdo ibérico en la comunidad y no ha descartado buscar alianzas con otras comunidades autónomas de intereses afines como es el caso de Andalucía.

Sin embargo, ha calificado de "barbaridad" que Extremadura se quede fuera de la norma si finalmente sale adelante la categoría de cerdo de "rejilla", entre otras razones, porque la misma recoge otros aspectos que son beneficiarios para el sector.

Entre ellos, ha destacado la existencia de un mayor número de controles de calidad, más transparencia y un mejor etiquetado donde se recoja la procedencia del producto ibérico adquirido.

Esto contribuirá a despejar las dudas del consumidor y a no "engañarle" como ha ocurrido "de aquí para atrás".

A partir de ahora se abre un período de consultas y las comunidades podrán presentar sus alegaciones al proyecto de modificación de la norma hasta el 15 de noviembre.

En esta línea, ha indicado que mantendrá una serie de encuentros con las organizaciones ganaderas y productores del cerdo ibérico en la región para estudiar las alegaciones, todas en la misma dirección, que logren excluir de la norma a la citada categoría.

En las alegaciones se cuantificarán las pérdidas que podría registrar el sector extremeño si se contempla esta categoría aunque, por el momento, no ha aportado datos de las mismas.

El consejero ha reiterado su apuesta por el manejo de la extensificación vinculada a la dehesa ya que, ha añadido, la calidad está relacionada con la infiltración intramuscular de grasa para lo que se precisa que el animal haga ejercicio.

Esto, ha insistido, no es posible en un espacio de dos metros cuadrados, método de las producciones intensivas del cerdo ibérico propias de otras comunidades autónomas y con el que, ha añadido, no se puede competir ya que engordan mucho más rápido y a unos costes más bajos.