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El director gerente de la empresa Carns Figueres, Jordi Fontanet, de la que supuestamente procede la partida contaminada con ractopamina detectada en Rusia, ha asegurado que no ha recibido ninguna información al respecto y que la compañía ha pasado todos los controles necesarios para la exportación.

El responsable de la empresa catalana, una de las pocas de Europa que vende carne de ternera a Rusia a raíz del endurecimiento de las normas impuestas por dicho país, ha manifestado su sorpresa al conocer esta noticia, ya que "justamente, en Rusia, el país con más restricciones que hay ahora mismo", se requiere una serie de analíticas "que la compañía ha realizado rigurosamente".

Fontanet ha explicado que todos los lotes que se envían a dicho país pasan un control en un laboratorio externo, aprobado tanto por Rusia como por la Unión Europea, y otro en el servicio veterinario oficial, algo que "no es necesario hacer para exportar a otros países".

Sin embargo, dentro de la normativa "no se requiere comprobar esta sustancia, que "en tal caso podría provenir de la alimentación" del animal, pero "Sanidad no tiene constancia de ello y además está prohibida en Europa", ha añadido.

Fuentes del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad consultadas por Efe, detallaron ayer que el Departamento tampoco tiene ninguna notificación al respecto.

En el mismo sentido, se pronunciaron fuentes del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama) consultadas por Efeagro.

El Servicio ruso de Inspección Agrícola y Ganadera (SIAG) indicó ayer que había hallado ractopamina en un partida de carne vacuna española, según su director, Serguéi Dankvert.

Se trata de la primera vez que las autoridades veterinarias rusas detectan muestras de ractopamina (un fármaco para estimular el crecimiento muscular en reses) en productos cárnicos procedentes de la Unión Europea.